No hay médicos y parece que la única solución que ven algunos, es la de instrumentalizar el tema, añadiéndole pantalla, imagen, sonido y demás, con lo que se conseguiría una cierta cercanía ficticia…
Estoy seguro de que será una excelente opción de futuro, aunque no lo estoy tanto de que ya lo sea: los que pasen por tales formas se verán, cuando menos, privados de una buena parte de las capacidades de resolución de una consulta como Dios manda, de las de toda la vida, y no estoy hablando únicamente de catarsis.
Se me antoja, además, que unos servicios de Urgencias Extrahospitalarias no sean, quizá, el mejor lugar para dedicarse a entrenar estas cosas…
Isabel Diaz Ayuso lo quiere imponer en Madrid: falta personal y parece que la tecnología podría venir a socorrernos de esta situación, y es que, según un titular de El Mundo, de estos días: “La Sanidad supera a la inflación como el principal problema de los madrileños”
Curiosamente, el pasado lunes yo recibía una oferta de trabajo desde el país vecino (Francia), que os leo, o mejor os traduzco:
“Tengo 2 ofertas de empleo abiertas, en teleconsulta conectada a objetos médicos. He pensado en Ud. y desearía presentároslas pronto, según su disponibilidad: vacaciones asalariadas, con o sin compromiso de duración en la permanencia. Flexibilidad en los horarios. Desde su domicilio o desde una consulta. Colaboración y ayuda por parte de especialistas (neumo, derma, gastro, etc…). Remuneración horaria + bonificaciones, entre 6.500 y 9.500 Euros brutos/mes.”
En fin: ¿teleconsultas sí?, ¿teleconsultas no?. Está claro que el tiempo lo dirá, ya que parecen venir para quedarse… Y como siempre, en el horizonte, y sirva una vez más para la reflexión: la brutal diferencia entre las condiciones laborales de un españolito y las de sus vecinos…
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