No son pocas las frases que alimentan el coaching relacionado con el trabajo. Algunas, ya os lo digo, desde un inusitado entusiasmo…
“El éxito no llega por casualidad, es trabajo duro, perseverancia, sacrificio y sobre todo, amor por lo que haces (Pelé).
“Un denominador común para el éxito, es el trabajo” (Rockefeller)
“El arte del descanso es una parte del arte de trabajar” (John Steinbeck)
“La condición esencial de la felicidad del ser humano es el trabajo” (Tolstoi)
“¡Trabaja!. Si no lo necesitas para alimentarte, lo necesitas como medicina” (Seth Godin)
Por el contrario, haberlas haylas también, que lo condenan al ostracismo, como si de un agente, altamente responsable de una cierta morbi-mortalidad, se tratase…
“Si el trabajo es salud, que trabajen los tuberculosos”.
“Si el trabajo es salud, ¡que viva la tuberculosis!”.
O bien esta última lectura, de un estudio europeo, de 10 años de duración, que asegura que los fallecimientos por infartos de miocardio se daban los lunes, con una frecuencia de hasta un 20% superior a lo que ocurría el resto de los días de la semana… Está claro que la observación les sirve, a no pocos analistas y pienso como ellos: que este incremento de los lunes estaría relacionado con la vuelta al trabajo, sobre todo en los casos en que ese trabajo se vincula con el nivel de estrés y precariedad que supone el ejercicio de actividades como (sirvan los ejemplos) la medicina de Atención Primaria o las Urgencias extra hospitalarias, en la CAM.
Tell me why i don't like Mondays
The Boomtown Rats
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Los comentarios son bienvenidos!