sábado, 28 de mayo de 2011

España Cañí

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Vamos a llamarlo, si les parece bien, hospital del Venerable Prepucio de San Agapito. O, si lo prefieren, de los Siete Dolores de Santa Genoveva. Para más datos, añadiremos que está situado en una ciudad del sur de España. Y el arriba firmante –yo mismo, vamos– camina por el pasillo de una de sus plantas después de haber conseguido, tras arduas gestiones, intensas sonrisas y mucho hágame el favor, permiso para visitar a un amigo internado de urgencia, al que sus innumerables pecados y vida golfa dejaron el hígado y otros órganos vitales en estado lamentable.

Voy por el pasillo, en fin, pensando en un informe publicado hace poco: uno de cada diez trabajadores de hospital español sufre agresiones físicas por parte de pacientes o sus familiares, y siete de cada diez son objeto de amenazas o insultos ante la pasividad de los seguratas correspondientes. Que con frecuencia, según las circunstancias, prefieren no complicarse la vida. Y no deja de tener su lógica. Una cosa es decir no alborote, señora, caballero, a un ama de casa de Reus o a un jubilado de Úbeda cabreados con o sin motivo, y otra diferente, más peliaguda, impedir que un musulmán entre a la fuerza con su legítima en el quirófano, decirle a un subsahariano negro de color que no es hora de visitas, o informar a cuatro miembros de la mara Salvatrucha que la puñalada que recibió su amigo Winston Sánchez no se la podrán coser hasta mañana. Ahí, a poco que falle el tacto, sales en los periódicos.

Pienso en eso, como digo, mientras busco la habitación B-37. En éstas llego a una sala de espera con los asientos y el suelo cubiertos de mantas, papeles, vasos de plástico y botellas de agua vacías; y cuando me dispongo a embocar el pasillo inmediato, dos gitanillos que se persiguen uno a otro impactan, sucesivamente, contra mis piernas. Me zafo como puedo, mientras creo recordar que en los hospitales están prohibidos los niños, sueltos o amarrados. Luego miro en torno y veo a una señora entrada en carnes, con una teta fuera y dándole de mamar a una rolliza criatura que sorbe con ansia de superviviente. Slurp, slurp, slurp. A ver dónde me he metido, pienso con el natural desconcierto. Entonces miro hacia el pasillo y me paro en seco.

Imaginen un pasillo de hospital de toda la vida. Y allí, arremolinada, una quincena de personas vociferantes: seis o siete varones adultos, otras tantas mujeres y algunos niños parecidos a los que acaban de dislocarme una rótula en la sala de espera. Sobre los mayores, para que ustedes se hagan idea, tecleas juntas en Google las palabras García Lorca, Guardia Civil, Heredias, Camborios, primo y prima, y salen sus fotos: patillas, sombreros, algún bastón con flecos, dientes de oro y anillos de lo mismo. Sólo les falta un Mercedes del año 74. Los jóvenes visten de oscuro y tienen un aire desgarrado y peligroso que te rilas, a medio camino entre Navajita Plateá y las Barranquillas. En cuanto a las Rosarios, sólo echas de menos claveles en los moños. Las jóvenes tienen cinturas estrechas, pelo largo, negrísimo, y ojos trágicos. Una lleva un niño en brazos. Todas van de negro, como de luto anticipado. Y en el centro del barullo, pegado a la pared, un médico vestido de médico. Acojonado.

«Ha matao ar papa, ha matao ar papa», gritan las mujeres, desgañitándose. Insultan y amenazan al médico los hombres, más sobrios y en su papel. «He dihe que ze moría y za muerto», dice uno de ellos, inapelable. «Te vi a rahá.» El médico, pálido, más blanco que su bata, la espalda contra la pared, balbucea explicaciones y excusas. Que si era muy viejo, que si aquello no tenía remedio. Que si la ciencia tiene sus límites, y tal. «Lo habei matao, criminá», vocifera otro, pasando mucho del discurso exculpatorio. Una de las Rosarios salta con extraño zapateado, agitándose la falda. «Er patriarca», se desmelena. «Er patriarca.» Lloran y gritan las otras, haciendo lo mismo. «Pinsharlo, pinsharlo», sugiere una de las jóvenes. «Que ha matao ar papa.»

Me quedo donde estoy, prudente. Mejor el médico que yo, pienso. Que cada cual enfrente su destino. Algunas cabezas de enfermos y visitantes asoman por las puertas de las habitaciones, contemplando el espectáculo con curiosidad. Miro alrededor, buscando una ruta de retirada idónea. Los dos gitanillos continúan persiguiéndose sobre las mantas y las botellas vacías, y el mamoncete sigue a lo suyo, pegado a la teta. Slurp, slurp. En la máquina del café, dos guardias de seguridad, vueltos de espaldas a lo que ocurre en el pasillo, parecen muy ocupados contando monedas y buscando la tecla adecuada para servirse un cortado. Me acerco a ellos. ¿Hay capuchino?, pregunto, metiendo un euro. Ellos mismos pulsan mi tecla, amables. Estamos los tres en silencio mientras sale el chorrito.


Texto de Arturo Pérez-Reverte
"España Cañí"

domingo, 15 de mayo de 2011

¿Financiando ACOs ahora?




El Ministerio de Sanidad ha decidido ampliar la base de cobertura en anticoncepción, con la incorporación de tres nuevas marcas, que vienen a sumarse al escaso número de los anticonceptivos que -hasta hoy- podían ser prescritos bajo el paraguas de la financiación de la Seguridad Social.

He hablado de tres, aunque serán más las nuevas presentaciones:

DRETINE: equivalente al actual YASMIN (30 mg etinilestradiol y 3 mg de drospirenona) y del que tendremos presentaciones de 21 y 28 comprimidos, en envases mensuales y trimestrales.
DRETINELLE: equivalente al actual YASMINELLE (20 mg etinilestradiol y 3 mg de drospirenona). Idénticas presentaciones que en el caso anterior.
IMPLANON NXT: un implante, a base de etonorgestrel, que tiene que ser insertado con un aplicador en el antebrazo, viniendo a durar unos 3 años.

Lleguen en buena hora estos anticonceptivos, aunque no quisiera dejar pasar la oportunidad que me brindan estas palabras de bienvenida para manifestar mi sorpresa por la que antaño, en tiempos de bonanza, fue una retirada... Los que entonces sirvieron de argumentos para justificar su exclusión deberían seguir vigentes hoy, cuando tocan los bastos de las restricciones...

Reflexionemos sobre y pujemos por el buen uso de éste, y de cuantos medios ponga la Sanidad Pública a nuestro alcance. Es la única vía para perpetuarlos... ¿Será necesario recordar que uno de los motivos que antaño justificó la exclusión de los ACOs (AntiConceptivos Orales), de la cobertura de la financiación, fue el dato contrastado de que fueran un no desdeñable número de mujeres pensionistas (jubiladas, mayores de 65 años, con receta roja), las que solicitaban este recurso?...




domingo, 8 de mayo de 2011

Tecnología punta en la consulta

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Hace poco estuve pasando consulta en un despacho en el que se agradecía la presencia de un sistema de megafonía con el que ir llamando a la sucesión de enfermos que, como en todas partes, pasarían a deshojar sus problemas por un espacio de tiempo que, según previsión de los organizadores, no debería exceder de los 5 minutos.

Y digo que lo agradecí porque nunca llevé bien, y cada día llevo peor, el tener que asomarme a la sala de espera para listar a los pacientes. Cada salida supone la pérdida de un tiempo que resulta demasiado valioso en el contexto de la dinámica que ya expuse, y una ocasión para las caras largas...

1 . "¿Cuando me va a llamar a mí? -te dice un paisano más dinámico y fresco que una merluza del pincho- es que vengo de urgencia, ¿sabe Ud.?." (Tras interesarte por el motivo de su visita sueles responder que lo suyo no es venir de Urgencia, que por Urgencia se entiende otra cosa y que lo que él hace es venir sin cita, por lo que debe sentarse a esperar a que le llamen).

2 . "¿Me ha llamado ya a mi?" (Este caso requiere de toda una conversación y no menos de varios minutos de dedicación. Has de preguntar su nombre, mirar en una lista de 50 o 60 personas para ubicarle, y finalmente explicarle su situación respecto del avance de la consulta).

3 . "¡Pero bueno!... ¿Cómo es posible que llamase a todas esas personas y a mi aún no?... ¡Pero si estoy citado antes que ellos!" (Las más de las veces en que te plantean esto, el paciente tiene razón, está citado antes que los demás, pero ¡otro día!... ¡no ha mirado bien la fecha!). (Otras veces llegó tarde y cuando lo llamaste no estaba, con demasiada frecuencia el paciente se empeñará en afirmar que él llegó a su hora, a pesar de que lo llamases en dos ocasiones distintas y marcases un "AUSENTE" junto a su nombre)

4 . "A ver si me puede Ud. pasar antes, que hoy tengo un poco de prisa...". (Aquí ya no sabes qué decir...)

5 . "Estaba citado hace un rato, pero no he podido evitar llegar tarde... ¿Cuándo paso?...".  (¡A esperar un hueco!)

6 . "¡Yo solo vengo por una receta!...". (Como en la cola del súper)...

Esta media docena de situaciones, que parecen las más comunes, pero también muchas otras, hacen que el salir a citar a los pacientes a la sala de espera sea algo que me gustaría poder evitar, por lo que reivindicaría un sistema de megafonía para cada consulta. El de la foto, por cierto y por su nombre, parece un precursor del Iphone de Apple; me permití ampliar la marca en un recuadro superpuesto, para facilitar su lectura...



sábado, 7 de mayo de 2011

Ser médico en Babel

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Acontecen sucesos en el día a día que te clavan en el espacio de la reflexión, de un profundo pensamiento sobre aspectos de la actualidad, de la profesión, u otros... Sirva para ilustrarlo la anécdota que viví ésta semana...

La paciente que me solicitaba un nuevo envase de ésta crema debía de ser marroquí, o cuando menos magrebí (puestos a perseguir un mayor número de posibilidades de acierto). No fui capaz de entender para qué la necesitaba, como tampoco ella de comprender mis preguntas. Por suerte, en la lengüeta del envase aparece un texto en francés, con mayores posibilidades de resultar asequible a mi comprensión que el que aparece con los caracteres del alfabeto árabe (aunque el nombre comercial de éste preparado en Francia, no existe aquí en España).

A la hora de intentar llevar a buen puerto la visita, recordé que por la consulta andaba un manual multilenguaje de ayuda para la traducción de las expresiones más comunes, una "Guía de comunicación con el paciente extranjero" que en su día nos había regalado una empresa farmacéutica, que no la Administración, y que acabó resultando bastante inútil -también- para el caso que nos ocupa...

Según datos de los últimos años, el número de inmigrantes residentes en el área metropolitana de la Comunidad de Madrid podría rondar cifras cercanas al 20%. Los médicos, quienes les atendemos, debemos saber:
1.- hacernos entender y entenderlos.
2.- conocer sus particularidades biológicas, sus enfermedades más comunes.
3.- saber acerca de las peculiaridades de sus culturas, costumbres, de su alimentación y de sus específicos modos de enfermar.
Todo ello sin ayuda y sin, por supuesto, descargarnos de la responsabilidad que conlleva todo acto médico.

En nuestro Senado, recientemente, y aún teniendo todos los que lo ocupan la incuestionable obligación de saber expresarse en Castellano, se aprobó la implantación de un multilingüismo con traducción simultánea a todos los idiomas autonómicos y que acabará imponiéndose también, ya lo verán, será cuestión de tiempo, en el Congreso de los Diputados...



Cuatro meses conmigo y sin tí



En estos días se cumplen cuatro meses desde que, animado y colaborando con la campaña "Mi vida sin ti", apagué mi último cigarrillo. Confieso que fue una iniciativa que, dada la inestimable ayuda constituida por los parches de cesión decreciente de nicotina, acabó resultándome fácil y relativamente llevadera; aunque tal facilidad también encontró sustrato en la firme voluntad con la que me inicié en el proyecto, que se alimentó de la frustración que fui cosechando de anteriores fracasos.

La báscula me recuerda ahora que, aquél día, el asunto no hizo más que comenzar; los cerca de 5 kilos ganados en la abstinencia me obligan a plantear un nuevo reto de sacrificios: el de devolver tal sobrepeso a una cierta normalidad. 

Y es que dejar de fumar, definitiva y precisamente ahí radica la importancia de ésta decisión, no es sólo dejar de comprar tabaco y/o inhalar nicotina compulsiva y dependientemente. Abandonar el tabaco supone dar un primer paso en el que puede y suele acabar siendo un nuevo sendero guía en y para nuestras vidas: el del...

MAYOR CUIDADO PERSONAL

En el año 2.010 la Revista Española de Cardiología publicó un estudio observacional, de los que, por arrojar resultados inesperados y sorprendentes, suelen generar eco en los medios de comunicación de masas: Un grupo de investigadores de la Universidad de Navarra, analizando durante más de 50 meses a 7.565 personas, concluía que:
1. Dejar de fumar engorda: de todos es conocido el poder anorexígeno (quita el apetito) del tabaco. Por eso la ganancia de peso tras dejar de fumar es, con frecuencia y especialmente entre las mujeres, una razón para NO abandonar el tabaquismo.
2. Pero es que... ¡Fumar también engorda!. No se conocen las causas que sustentarían tal observación, aunque se especula que podrían encontrarse precisamente en el hecho de que los fumadores son personas que suelen cuidarse menos, en general, y en las facetas que conciernen a su alimentación, también y en particular.
Puestos en orden los resultados obtenidos durante el estudio:
a- Los que más peso ganaron fueron los que dejaron de fumar, 
b- Luego, los que siguieron haciéndolo, 
c- Y por último los que nunca fumaron, según indicaron los investigadores que añadieron: "Por eso lo mejor para mantener una vida saludable es no fumar nunca".

No se deja de fumar un día, en mi caso el 10 de enero de 2.011... Se deja de fumar ese día, y cada uno de los días que le suceden...

Desde hace una semana y tras superar la que considero fase crítica de la dependencia nicotínica, he comenzado a revisar modificando la calidad y cantidades de los alimentos que ingiero. Por idéntico motivo he declarado la guerra al sedentarismo, incrementando mis paseos...

¿La decisión de dejar de fumar habrá cambiado radicalmente mi vida en unos meses?... ¡Estoy seguro de ello, y también de que será para mejor!



lunes, 2 de mayo de 2011

Cadena de favores



Aspectos como la misericordia, la caridad, la generosidad y/o el altruismo siempre encontraron el terreno abonado cuando acamparon en el sustrato de la Salud. 

A lo largo de las últimas décadas la desvinculación de la Religión ha sido evidente. Aunque sigan siendo mayoría los hospitales que tienen nombre de Vírgenes o de Santos, lo cierto es que en sus pasillos, hace tiempo que las Religiosas fueron sustituidas por profesionales laicos.

Aún así, las virtudes que señalábamos seguirán empapando siempre éstas prácticas: desde su originaria presencia en la vocación de los profesionales implicados, hasta ejemplos singulares como el que nos contaban los telediarios de la semana: el de una "cadena de favores" relacionada con la donación de órganos para trasplantes, una noticia que no debería pasar desapercibida.



domingo, 1 de mayo de 2011

La Risa




Hoy, día 1 de mayo del año 2.011, es uno de esos días en los que han confluido demasiadas celebraciones simultáneas. El Día del Trabajo es también Día de la Madre y Día Mundial de la Risa, por treceavo año consecutivo y en más de 65 países.

No soy partidario de solapar homenajes, no me caben dudas de que haciéndolo se merma el protagonismo de cada uno de los conceptos que pretendemos festejar, mereciendo cada uno de ellos, por separado y por su importancia, una jornada específica.

Es evidente que la preponderancia de la que fue máxima festividad del proletariado se ha ido diluyendo en el absolutismo que hoy constituye el Capital y a la par que se disuelve la confianza depositada en los Sindicatos.

De la importancia de una madre no hablaremos ya que, excepción hecha de la consideración de algún malnacido, obtendremos unanimidad y no será necesario argumento alguno...



En cuanto a la Risa... Muchos somos los que pensamos que junto con el Amor y el Sexo, las tres cosas, serán siempre las mejores medicinas.



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