Es Navidad... De algún modo hemos de sentir la necesidad, un tanto impuesta, de aparcar la realidad, aún en doble fila, para dar paso al optimismo y la felicidad en una mayor medida que cualquier otro día del año... Pero lo cierto es que este año, más que nunca antes, siento una particular aversión hacia unas fechas que se me antojan cargadas de propagandística y manipuladora hipocresía.
Es innegable lo mucho que, en muy pocos años, nos han cambiado y hemos permitido que cambiasen el sentido de la Navidad: allá en mi más tierna infancia empezó siendo una festividad cristiana en la que conmemorábamos el nacimiento del hijo de Dios, con una serie de rituales que le eran propios y resultaban más o menos entrañables: el Belén, los villancicos, la Lotería, la cena familiar de Nochebuena, la cabalgata de y la carta para los Reyes Magos.. etc...
Pronto algunos productos nacionales intentaron, consiguiendo invadir lo que se empezó a ver como un nicho de mercado, hasta hacerse imprescindibles en todo hogar español que se preciase de celebrar éstas fiestas "como Dios manda...": el turrón que vuelve a casa, las muñecas de Famosa, la sidra El Gaitero,...
También llegó la contaminación por injerencias foráneas, y así fue como conocimos a Santa Klaus, a Rudolph y al amigo invisible, comenzamos a adornar abetos, a trenzar ramas de acebo, beber champán y adquirir curiosas plantas de hojas rojas,...
Hoy, tras tanto cambio interesado, la Navidad no es más que La Gran Fiesta del Consumo... Se engalanan calles y Centros comerciales para un ritual que consiguió imponerse a todos los demás: el de comprar. Según datos publicados: en estas fechas, cada minuto y en España, las bacaladeras ven pasar 26.000 tarjetas de crédito...
Pero por datos, me quedo con éste último: la del 24 de diciembre es la noche del año en la que acontecen mayor número de eventos coronarios... Un hecho que, por sí sólo y en mi consideración de agnóstico, volvería a incidir sobre el desinterés del supuesto Pastor por su Rebaño y justificaría la creciente laicidad de estas fechas...
Por favor, cambiemos pronto esto: no tiene sentido que medio mundo se exponga al ahogo, en la regurgitación del exceso, mientras la otra mitad se apaga por inanición...
Por favor, cambiemos pronto esto: no tiene sentido que medio mundo se exponga al ahogo, en la regurgitación del exceso, mientras la otra mitad se apaga por inanición...
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