Definitivamente, para algunos pacientes es una suerte el que NO podamos complacerles en sus exigencias, como la de aquel que el otro día insistía en el contexto de un erre que erre:
-. Y vamos a ver, por qué no puede usted enviarme a un Hostiópata?... Mi primo fue a uno, y también su mujer, y a los dos les ha ido muy bien!
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