Había venido sin cita por un dolor de garganta; al no ser el nuestro su centro habitual, en el mostrador de la UNAD le habrían hecho las preguntas habituales con objeto de filiarle y de orientar el motivo de su visita...
Le inscribieron en la agenda de mi compañera, por lo que se encaminó hacia la sala de espera situada frente a la consulta contigua a la mía.
Por tener la puerta abierta (habíamos terminado la consulta y sólo faltaban unos 15 minutos para el cierre), pude escuchar que le decía a su acompañante:
-. Por qué tengo que dar tantas explicaciones??? Me tiene que atender porque es un puto médico!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Los comentarios son bienvenidos!