viernes, 26 de mayo de 2023

El despertar de los médicos de AP

 

Un nuevo artículo de la dra. Rosario Saa


HISTORIA DEL DESPERTAR DE LOS MÉDICOS DE LA ATENCIÓN PRIMARIA MADRILEÑA EN PRIMERA PERSONA

Me llamo Rosario Saá Sarria, soy médico especialista en Medicina Familiar y Comunitaria y trabajo en el Consultorio de Campohermoso de Humanes de Madrid.

Escribo este artículo porque siento la responsabilidad de hacerlo y porque están enjuego dos asuntos que son sagrados para mí: la Sanidad Pública Madrileña y el ejercicio de la medicina en la Atención Primaria (AP) con la mayor calidad y seguridad para los pacientes y con la dignidad que nos merecemos los profesionales.

Soy una apasionada de la medicina y de la justicia social.

Además, cuando he despertado y he visto la realiadad de la Sanidad Pública Madrileña con toda su crudeza, siendo consciente del maltrato que sufrimos los profesionales, la manipulación que ejercen nuestos políticos sobre los ciudadanos que vivimos en la Comunidad de Madrid (CAM) y el abuso de poder del actual gobierno regional; no puedo evitar estar entregada en cuerpo y alma a la defensa de la Sanidad Pública Madrileña, y ya no hay marcha atrás.

Llevamos años de maltrato, trabajando en la Comunidad Autónoma con el presupuesto más bajo de toda España para la Sanidad en general y para la AP en particular (además de que el 50% de ese presupuesto acaba en manos privadas), a pesar de ser la más rica, como se puede observar en el informe AP 2023 de la FADSP, con 1000 plazas de médico de AP sin cubrir, lo que supone que 1 millón de madrileños no tienen médico asignado y de ellos más de 200.000 son niños (porque los pediatras de AP se han reducido de 914, cuando Ruiz Escudero fue nombrado Consejero de Sanidad, a 670 en la actualidad), una comunidad en la que más del 90% de los residentes que acaban su formación en la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria se van a otras CCAA (no por culpa de las otras CCAA, como dijo Lasquetty, Consejero de Hacienda, el 19 de febrero, sino porque Madrid paga mal y maltrata a sus médicos) o a otros países, una comunidad en la que el 92% de los médicos de familia sufren o han sufrido agotamiento emocional y la Inspección de Trabajo envió un requerimiento a la Consejería de Sanidad por no haber tomado medidas tras las evaluaciones de riesgos laborales de los años 2019 y 2020, ... y muchos problemas más.

Desperté/despertamos definitivamente en octubre de 2022, cuando salió a la luz el
nuevo plan de urgencias extrahospitalarias de la CAM, sin ninguna negociación con los sindicatos ni reuniones con la mesa sectorial, pisoteando los derechos de los profesionales, cambiando horarios y movilidad geográfica para que no haya adscripción a una plaza fija y sin personal suficiente ni intención de contratar a nadie. Es decir, al más puro estilo de ordeno y mando, más propio de una dictadura que de una democracia. Y lo hicieron por la presión de los vecinos y vecinas del área
urbana de Madrid que se movilizaron pidiendo la apertura de los antiguos SUAP, pero fue un plan chapucero, basado en la improvisación y el electoralismo, destinado al fracaso desde el principio, y un atropello para la AP de Madrid.

Antes de la pandemia Covid, para las urgencias extrahospitalarias de la CAM, teníamos los 37 SUAP (Servicios de Urgencias de AP) que atendían a la población URBANA y los 40 SAR (Servicios de Atención RURAL) y ambos atendían a los pacientes que precisaban atención urgente en el horario en el que están cerrados los centros de salud (desde las 9 de la noche de un día hasta las 8 de la mañana del día siguiente en los días laborables y las 24 h en los días festivos). Cuando llegó la pandemia Covid, el 22 de marzo de 2020, cerraron los SUAP y dejaron los SAR, que siguieron funcionando perfectamente y estuvieron abiertos con profesionales de todos los estamentos (médicos, enfermeras y celadores), incluso en situaciones tan adversas como las que ocasionó el temporal Filomena.

Durante la pandemia, tuvimos que oír muchas mentiras sobre nosotros, que nos han hecho mucho daño, ninguneando la aportación de los profesionales de AP. Como la que dijo el director del hospital de Ifema y viceconsejero de Sanidad, en junio de 2020, Antonio Zapatero, al afirmar que “de los 430 centros de salud que hay en Madrid, estaban cerrados la inmensa mayoría” para justificar el llevarse a médicos de AP a Ifema, argumentando que los centros de salud estaban cerrados, y rematando con la frase “no se desmontó primaria para abrir Ifema”.

Cuando la realidad es que estuvimos más abiertos que nunca, incluso haciendo turnos para trabajar los fines de semana del confinamiento y la Semana Santa de 2020. ¿Dónde estaban los gestores de la gerencia de AP de entonces para decir la verdad? Que no era otra que, los que estaban cerrados eran los 37 SUAP y algún centro de salud aislado, por falta de profesionales, sin pasar de ser 56 centros en ningún momento; porque, aunque acudían muy pocos pacientes a los centros de salud durante el confinamiento, los que lo precisaban venían con las medidas de seguridad necesarias y nuestras agendas estaban llenas de consultas telefónicas relacionadas con el Covid (seguimiento médico, petición y resultado de Rx de torax, estudio de contactos, bajas laborales, ...) y con el resto de patologías que seguían presentes; de tal forma que hicimos muchas horas extras no pagadas ni agradecidas; yo en concreto, tengo mi récord de horas extras en un día del confinamiento que salí a las 18:40 h (cuando mi horario laboral es de 8 a 15 h).

El gobierno de la CAM usó la pandemia como la mejor de las coartadas para rematar el maltrecho sistema sanitario público y hacer unas cuantas atrocidades, como el escrito que envió a las residencias con la prohibición de trasladar a hospitales públicos a los residentes (solo se derivó a los que tenían un seguro privado), o Ifema que nos costó a los ciudadanos que vivimos en Madrid 50 millones
(que se podían haber invertido en abrir plantas y torres cerradas de hospitales públicos), pero que una vez habilitado y hecha la inversión, se pudo amortizar más si no se hubiesen gastado 174 millones de euros en la nave, porque no se le puede llamar hospital, del Zendal, que era innecesario e ineficaz (lo que quedó demostrado cuando si algún paciente empeoraba lo derivaban a un hospital público), para beneficiar a las mismas empresas de siempre, y abriéndolo con profesionales de otros hospitales (de los 1.300 trabajadores que fueron necesarios, solo 100 fueron voluntarios y 1.200 acudieron forzados ante la amenaza de no volverlos a contratar en la CAM si rechazaban el contrato), desvistiendo un santo para vestir a otro y triplicando las listas de espera hospitalarias.

Llegó octubre de 2022 y con los profesionales de los 40 SAR decidieron abrir 78 puestos de urgencias, para llamarse desde ese momento PAC (Puntos de Atención Continuada). Lo hicieron por la presión de los vecinos y vecinas del área urbana de Madrid que se movilizaron pidiendo la apertura de los antiguos SUAP y los abrieron el 27 de octubre. Desde AP lo recibimos como un golpe definitivo hacia nosotros y surgió la mayor unión entre los profesionales de AP conocida hasta la fecha, gestándose la huelga de médicos de AP que ha durado 3 meses y 3 semanas. 

Desde entonces 30 médicos de los antiguos SAR han renunciado a la plaza (con el déficit de médicos que tenemos) y cada día muchos PAC no tienen médico, mientras que hasta el 27 de octubre estaba garantizada la continuidad asistencial y se cubrían los puestos de todos los estamentos.

Llegó la manifestación del sábado 22 de octubre y cuando vi/vimos que nos juntamos más de 50.000 personas en defensa de la sanidad pública sentí/sentimos el apoyo de la población y me/nos dio mucha fuerza.

El domingo 30 de octubre de 2022 la Dra Guadalupe Pajares, del Centro Sanitario 24 horas de Guadarrama, fue agredida físicamente por un paciente en una guardia en la que tuvo que atender a 70 pacientes porque estaba ella sola de médico (antes eran 2 médicos en ese SAR y como explicó funcionaban como una mente colmena), atendiendo a una parte de ellos después de la agresión y tras ir al hospital para que le hicieran un parte de lesiones y a la guardia civil a poner la denuncia. El paciente dijo que “os tenemos que dar de ostias por vagos” entre otras amenazas, quizás lo incitó el oír que nos llamasen vagos y desleales y las palabras del consejero de sanidad, Enrique Ruiz Escudero, que acusó de boicot a los compañeros de las urgencias extrahospitalarias sin pruebas. Guadalupe dijo que había votado a Ayuso, pero que no la iba a volver a votar y lo único que nos llegó de Ayuso fue que cuestionó su testimonio en la Asamblea de Madrid y ofreció datos personales sobre ella, en lugar de calmar los ánimos e interesarse por su salud y su seguridad y la del
resto de los profesionales. ¡Qué compañera más valiente y más fuerte! Y cuánto le debemos por dar testimonio en un momento tan difícil y delicado.

A principios de noviembre hubo dimisiones en cascada en el equipo de Ayuso, entre ellas la gerente asistencial adjunta de AP, después de la desastrosa reapertura de las urgencias extrahospitalarias, pero Ayuso y Escudero no rectificaron ni hicieron la más mínima autocrítica y se limitaron a hablar de la campaña feroz que se estaba llevando desde la izquierda, lo que es su modus operandi; porque cuando alguien les dice lo que no les gusta oír o critica su gestión, o es radical, o es extremista, o politiza o es de izquierdas o es comunista.

Llegó el 13 de noviembre de 2022 con la Manifestación Multitudinaria convocada por los vecinos de los barrios y pueblos de Madrid, a la que acudimos 670.000 personas, en defensa de la Sanidad Pública y en contra de la destrucción de la AP. Ese día, al ver tanta gente, pensé que desde el gobierno regional tomarían nota y veríamos algún cambio, pero no fue así y dijeron que era una manifestación política.

Ahí me convencí de que los que nos gobiernan en la CAM no son gente normal ni buenas personas, y que los profesionales y los ciudadanos solo les importamos por lo que vale nuestro voto, porque desde luego nuestra salud, nuestra educación y todo lo relacionado con los servicios públicos no les importa lo más mínimo.

El 21 de noviembre comenzamos la huelga indefinida de Médicos de AP (médicos de familia y pediatras extrahospitalarios) contra la gestión sanitaria en Madrid, la más deficitaria y en la que menos se invierte de toda España, convocada por el sindicato apolítico AMYTS (Asociación de Médicos y Titulados Superiores). Se han empeñado en politizarla, en ningunearnos (duró 3 meses y 3 semanas, del 21 de noviembre de 2022 al 16 de marzo de 2023, con una tregua desde el 22.12.22 hasta el 11.01.23, solicitada desde la Consejería de Sanidad para hacer una valoración de las peticiones del comité de huelga y no por vacaciones de Navidad, como ha mentido Ayuso, y en las 15 reuniones entre el comité de huelga y la consejería de sanidad no se presentó ni una sola vez el consejero de Sanidad) y en decir que la queríamos prolongar hasta las elecciones (basándose en un vídeo de una persona que hablaba de espaldas a la cámara). En qué cabeza cabe empezar una huelga 6 meses antes de unas elecciones para mantenerla hasta las mismas, si hubiera sido esa nuestra intención la habríamos dejado para finales de marzo o abril, porque no somos tontos y nos cuesta mucho hacer una huelga por nuestra excesiva responsabilidad (de la que se han aprovechado para explotarnos) y porque nos importan nuestros pacientes; además si hubiese sido esa la intención no estaría desconvocada. El tiempo ha puesto a cada uno en su sitio, dejando claro que los únicos que la politizaron fueron los máximos representantes del gobierno regional y sobre todo su presidenta, que el día que se desconvocó la huelga, 16 de marzo de 2023, envió el siguiente mensaje a los móviles de sus diputados en Madrid: “Hoy la izquierda está acabada (...) Matadlos”, animándolos a exprimir y sacar la mayor tajada política del final de la huelga de médicos de AP.

El 17 de diciembre de 2022, acudí a la manifestación de la 96 Marea Blanca en defensa de la Sanidad Pública de Madrid y me hice la siguiente pregunta: “¿Dónde estaba yo y dónde estábamos la mayoría de los sanitarios estos últimos años? Tras los 15 meses de mareas blancas que se iniciaron en 2013, contra la ley de privatización sanitaria, consiguiendo la dimisión de su ideólogo, Javier Fernández Lasquetty, que es el actual consejero de Hacienda y entonces consejero de Sanidad y que busca la oportunidad de vengarse y de ir hacia un modelo similar al de Holanda, que ha nombrado en varias ocasiones, en el que el sistema sanitario público consiste en que tengas seguro privado. Solo podía contestar que trabajando mucho, haciendo horas extras no pagadas y demasiado saturada como para pararme a pensar en la cruda realidad de la sanidad pública madrileña y para despertar. Me entristeció pensar que con el exceso de trabajo que habíamos hecho los últimos años, haciendo un trabajo imposible imposiblemente bien, para paliar la falta de inversión y las debilidades del sistema, habíamos colaborado en su deterioro, porque siendo la comunidad que menos invierte en AP todo salía adelante, entonces, ¿Para qué iban a gastar más? Pero, me consoló que nunca es tarde para despertar.

Entonces sentí la necesidad y la responsabilidad de escribir unas reflexiones
justificando por qué la Atención Primaria pública es imprescindible.

Quiero pedir perdón públicamente a los vecinos de los barrios y pueblos de Madrid, en mi nombre y el de mis compañeros, por no defender la Sanidad Pública Madrileña como se merece durante los últimos años, mientras que ellos sí que han estado en primera línea y estaban deseando que nos sumásemos a su lucha, que es la nuestra; como ha quedado claro con las 2 manifestaciones multitudinarias y con el Encierro en la Sociedad de Vecinos de Manoteras que duró 77 días (del 19 de enero al 5 de abril) en el que fuimos muy bien acogidos y con una implicación de los vecinos que todavía nos emociona, creando un vínculo que ya no se puede romper.

La Manifestación del 12 de febrero en defensa de la Sanidad Pública, convocada de nuevo por los vecinos de la CAM, también fue multitudinaria y salió en la prensa europea (Austria, Alemania, Francia, Italia, Suiza, Reino Unido) e internacional (llegando a EEUU), pero no solo se relativizó la afluencia de personas y se dijo de nuevo que era política, sino que desde el Ayuntamiento de Madrid se ordenó poner multas a los vecinos por repartir folletos animando a participar en ella (para reconocer el día después que fue “un error” y que “ni siquiera van a tramitarse”) y se
prohibió subir a la azotea del Ayuntamiento a los periodistas (cambiando de idea unos minutos antes, sin que diese tiempo a que se enterasen la mayor parte de ellos). Gracias a los drones que usaron los organizadores de la manifestación, se constató que se habían ocupado más de 350.000 metros cuadrados, lo que supuso una presencia de más de un millón de personas.

El 16 de marzo de 2023 finalizó la huelga de médicos de AP, tras llegar a un acuerdo peor que el que tienen otras comunidades autónomas incluso sin hacer huelga, con una limitación de las agendas (30 pacientes + 4 de urgencias en medicina de familia y 20 + 4 de urgencias en pediatría), un complemento fijo de 450 euros mensuales para todos los medicos de AP (que sustituye al que teníamos los centros con mucha sobrecarga de trabajo, TSA, y que no cobraban 44 centros de los 430, por menor carga de trabajo, por lo que que a la mayoría de los centros nos supondrá una subida bastante menor y a algunos incluso ausencia de subida), 500 euros al mes para los médicos que hagan tardes puras (los 5 días de la semana), y 300 euros para los que hagan 3 o 4 tardes a la semana. La parte económica suponía cumplir con lo que incumplieron en 2020 y en 2015. Y todo apunta a que se ha conseguido, aunque todavía hay que verlo materializado, porque están en campaña electoral.

El 28 de marzo el Consejero de Hacienda, Lasquetty, dijo que veía “asumibles” los 20 millones de euros del acuerdo de los sanitarios, pero no se aprobó la subida salarial en el Consejo de Gobierno hasta el 3 de mayo, con una dotación de 30 millones de euros. Hay que ver lo que han tardado (casi 2 meses) y lo rápido que se aprueban las partidas para asuntos privados (como los 50 millones de euros para los toros). Dicen que la subida salarial se hará efectiva en junio o julio y los residentes acaban la especialidad en este mes de mayo. ¿Se quedarán u optarán por irse a otras CCAA o países, como en años anteriores? 

La verdad es que con tantos incumplimientos por parte del gobierno de Ayuso, se podría decir que para quedarse tendrán que hacer un acto de fe. Aunque tarde, los médicos de la AP Madrileña por fín hemos despertado y hemos formado un equipo de trabajo con los vecinos de los barrios y pueblos de Madrid. Juntos nos hemos hecho más fuertes.

Dra. Saa, Rosario
Una compañera médico



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