sábado, 8 de noviembre de 2025

La Polio y los pulmones de acero



Incidiendo sobre la teoría del "todo está inventado", esta imagen, del brote de polio de 1940, nos muestra a unos niños "teletrabajando", esto es: recibiendo clases, en sus casas, a través de la radio.  

Durante la primera mitad del siglo XX, el virus de la polio nos visitaba cada verano, sin previo aviso. Nadie sabía con exactitud cómo se transmitía la enfermedad, ni qué la causaba. Teorías hubo, algunas ciertamente descabelladas, como la que aseguraba que al virus lo trajeron los plátanos importados o aquella otra que implicaba a los gatos callejeros.  

Era una enfermedad para la que no existía cura, tampoco vacunas que la evitasen. Durante cuarenta años, las piscinas y los cines se cerraban periódicamente, durante "las estaciones de la polio", por miedo a contagios. Los padres dejaban de enviar a sus hijos a jugar al parque... Cuando se sospechaba que estaban infectados, los niños eran alejados de sus familias y aislados en sanatorios.  

Finalmente, la poliomielitis fue vencida en 1955, gracias a una vacuna desarrollada por Jonas Salk y su equipo de investigación. Hasta entonces, sólo en los USA, vino dejando el trágico balance de 3.000 muertes y 15.000 parálisis al año, niños que se verían obligados a usar muletas, sillas de ruedas, cuando no a vivir en un pulmón de acero.  

Fue de lejos la enfermedad más temida del siglo XX. Con el éxito de la vacuna de la polio, Jonas Salk (de 39 años), renunció a la patente de su trabajo, convirtiéndose en uno de los científicos más célebres del mundo. Las principales empresas farmacéuticas la fabricaron, y entre 1955 y 1962 se distribuyeron más de 400 millones de dosis. 

El desarrollo de la vacuna fue un esfuerzo colectivo al que contribuyó todo el mundo, desde el presidente Franklin Roosevelt, quien en su día padeció la enfermedad, hasta el último eslabón de la sociedad norteamericana.  

Roosevelt creó el Instituto Nacional de Parálisis Infantil, organización sin ánimo de lucro, que más tarde se conocería como March of Dimes (la Marcha de los 10 centavos), a través de la cual animó a todos los estadounidenses a enviar diez centavos a la Casa Blanca, para financiar la investigación y el tratamiento de las víctimas. 

Historia de la vacuna 
Jonás Salk buscaba una vacuna con virus muertos, probándola a través de las distintas fases de la investigación. No había garantías de que funcionase. De hecho, diez años antes, una vacuna contra la polio contagió involuntariamente a no pocos niños, matando a nueve. 

En 1953 obtuvo permiso para probar su vacuna y comenzó con sus tres hijos, siguiendo con un estudio piloto de vacunación en las escuelas de Pittsburgh. Aunque los resultados fueron positivos, era necesario probar la vacuna más ampliamente. En 1954, la Marcha de los 10 centavos organizó un experimento nacional con 1,8 millones de colegiales, el mayor estudio médico de la historia.  

Se procesaron los datos y, el 12 de abril de 1955, cinco años después de que Salk comenzara su investigación, la vacuna contra la polio fue declarada “segura y eficaz”. Ese día, las iglesias hicieron sonar sus campanas y los periódicos de todo el planeta clamaron la victoria sobre esta infección. 

Hasta el momento, la viruela es la única enfermedad infecciosa que hemos logrado eliminar. Pero la infraestructura mundial creada, desde el empeño y esfuerzo por erradicar la polio, fue tan importante, que aún hoy está ayudando a luchar contra otras enfermedades infecciosas, como el ébola, la malaria y ahora el coronavirus.  

La vacuna Salk consistía en una dosis inyectada de poliovirus inactivados o "muertos" (IPV). Posteriormente aparecería la vacuna oral, desarrollada por Albert Sabin, usando poliovirus atenuados (OPV), detalle que contribuyó sobremanera a su universalización. 

El 24 de octubre de 2019, Día Mundial de la polio, la OMS anunciaba que, durante ese año, sólo se contabilizaron 94 casos en todo el planeta. 

Pulmón artificial 

Año 1950... En una sala silenciosa, decenas de niños yacen dentro de enormes cilindros metálicos... Son los pulmones de acero, máquinas que les permiten seguir respirando, cuando la polio ha paralizado los músculos, respiratorios entre otros. 

Las enfermeras los alimentan, les leen cuentos, les toman de la mano. El metal respira por ellos... 

Durante años, la poliomielitis fue el terror de la infancia. Miles de pequeños quedaron sin poder moverse ni respirar por sí solos. 

Afortunadamente, a raiz de la aparición de la vacuna cedida por Jonas Salk, la polio desapareció prácticamente del planeta... Las salas de pulmones de acero quedaron vacías…

Hoy, esta imagen nos recuerda que cada avance médico es una victoria silenciosa.




No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Los comentarios son bienvenidos!

Related Posts with Thumbnails