domingo, 28 de noviembre de 2010

Canelo de Caí



En la ciudad de Cádiz, cerca de su Hospital Puerta del Mar, existe una calle peatonal que lleva el nombre de "Canelo". Junto a su placa identificativa puede verse otra, de bronce esta vez,  una placa que resume una preciosa historia, la de un perro cuya fidelidad trascendió los límites de lo razonable para asomarse a los altares de la leyenda.

Durante años Canelo acompañó a su dueño a todas partes, también a las puertas de la Residencia Sanitaria, cada vez que tocaba someterse al periódico ritual de la sesión de diálisis. Tras escuchar el habitual "¡Espérame aquí, compañero!" se apostaba en la entrada del centro sanitario durante horas, a esperar pacientemente su regreso.

Pero un día, un fatídico día, la espera de Canelo llegó a prolongarse hasta 12 interminables años: en esa ocasión y de resultas de una complicación, su dueño acabó ingresado para fallecer poco después.

En la eternidad de todo ese tiempo Canelo solo abandonó la puerta del Hospital cuando fue atrapado por los laceros de la perrera municipal, quienes lo confundieron con otro perro callejero. Una vez subsanado el error administrativo volvió a ser puesto en libertad para dirigirse, nuevamente y sin demora, a esperar a su dueño, soportando inquebrantablemente las inclemencias del hambre, la lluvia y el frío...

La imbatible voluntad de este animal pronto fue objeto de la admiración de todos los gaditanos, quienes lo alimentaban y cuidaban a través de los trabajadores del Centro, los vecinos del barrio y la intervención de alguna asociación ecologista y protectora de animales.


Canelo murió atropellado por un turista el 9 de diciembre de 2.002, y como no, la tragedia hubo que suceder en las inmediaciones del Hospital del Mar...

Tras su muerte el pueblo de Cádiz le rindió un merecidísimo homenaje; se compuso un tango con su nombre y la BBC llevó esta historia a la pequeña pantalla, como lo hicieran en su día con Hashiko, el perro norteamericano al que más tarde, en 2009, consagró el celuloide.




5 comentarios:

  1. Me ha encantado tu entrada! Gracias por contarnos esta historia!

    Un saludo

    ResponderEliminar
  2. De nada, fue un placer el contarla!

    ResponderEliminar
  3. Me ha emocionado..voy con mi perra a todas partes que me es posible

    ResponderEliminar
  4. Voy mucho a Cadiz y esta historia no la conocía, es de una ternura que emociona. En mi familia se vivió una historia parecida. Un tío de mi madre falleció y su perro(un galgo negro) desapareció durante tres días, cuando la familia fue al cementerio le encontraron tumbado frente a la tumba de su dueño...Los animales suelen responder con la misma intensidad de amor al cariño que reciben y esta claro que Canelo recibió mucho amor....GRACIASSSSSS

    ResponderEliminar
  5. Aquellos que conocimos a Canelo, nunca se nos olvidará su cara de paciencia y sobre todo ternura de mirada. Muchos lo saludaban y le daban cosas para comer o lo acariciaban. Jamás una mala cara ni una señal de rechazo, pues además era casi alguien de la plantilla y la gente de Cai es muy cariñosa, máxime conociendo su historia...... Gracias por su recuerdo y palabras.

    ResponderEliminar

¡Los comentarios son bienvenidos!

Related Posts with Thumbnails