Ayer podíamos leer que el Sr. Artur Mas se ratificaba en su intención de celebrar el Referéndum independentista, o de adelantar las elecciones en clave de plebiscito -caso de no lograrlo- llevando a Cataluña a un callejón del que no se prevé una salida, cuando menos una que resulte sencilla para todos.
También ayer la patronal catalana mostraba su apoyo a la consulta y a favor del derecho a elegir.
Son muchos los catalanes que se abrazaron ya a la idea de su soberanía, pero somos muchos más aquellos que, por no hacer o no decir nada, estamos llevando el tema hasta su punto de difícultoso retorno...
Por ahí circulan diferentes planteamientos de boicots a la adquisición de cava catalán, entre otros muchos productos acogidos a un determinado código de barras...
Por ahí circulan diferentes planteamientos de boicots a la adquisición de cava catalán, entre otros muchos productos acogidos a un determinado código de barras...
Y me pregunto, lanzando la duda al aire, a modo de atisbo para una reflexión: "¿Qué pasaría si los médicos españoles, aquellos que sentimos que Cataluña es y fue siempre un pedazo más del país en el que nacimos, eligiésemos no prescribir productos de laboratorios genuinamente catalanes (Almirall, Ferrer, Esteve...), cuando menos hasta el restablecimiento de una cierta cordura?..."
"¿Qué... si se hiciese extensivo -y en firme- a todos los sectores de su industria?...
"Porque al final todo se reduce a eso: a ECONOMÍA."
Me parece peregrina la propuesta de biocotear determinadas empresas farmacéuticas, por estar de desacuerdo con posiciones políticas que se han manifestado en Cataluña ¿¿??
ResponderEliminarTres matices le sugeriría a quien defiende esta propuesta:
1. La mayoría de estudiosos en el campo de la historia, la sociología y la política coinciden en que la condición necesaria para la aparición de un sentimiento nacionalista, es la existencia previa de otro nacionalismo contrapuesto. Algo que parece no tenerse en cuenta en España, donde, al hablar de nacionalismos, todo el mundo mira a la "periferia", sin ni siquiera considerar la posible existencia del nacionalismo español.
1. La estructura accionarial de las sociedades, y por tanto quienes se benefician o perjudican con sus resultados, tiene poco que ver con los orígenes de la compañía o con las rememoranzas del apellido de su divisa. Quizás desconociendo este hecho, algunos siguen pensando que Repsol es una compañía española. Por eso, por su origen, y porque el gobierno español no cesa de repetirlo y de actuar en su nombre a nivel internacional.
2. Se puede estar de acuerdo, en desacuerdo o incluso ser indiferente con el derecho de cada pueblo a decidir su destino. Naciones Unidas ya tomó su decisión a favor y con carácter general hace muchos años.
Pero te podría asegurar, contra lo que muchos piensan y otros interesadamente mantienen, que el crecimiento de las posiciones favorables a la autodeterminación, lo que en Cataluña llaman el derecho a decidir, se debe mucho más a determinadas actitudes, decisiones y hechos que se han producido fuera de Cataluña, que a la supuesta ideologización mediante el modelo educativo catalán o a la limitada influencia de Artur Mas y su partido. Algunas actitudes, como la propuesta del bloguero, que han ayudado a convencer del "derecho a decidir", incluso a buena parte de quienes no nacieron en Cataluña, pero allí viven, con muy poco que ver con la clásica y manida "burguesía catalana". La prueba del nueve sería leer un poco más diverso y, si es posible, pasar una temporada allí y escuchar. Algo que también podrá hacer en castellano, la lengua materna de millones de catalanes, que también hablamos catalán. Y es que viajar ilustra mucho.
Saludos,
Toni Bayón