Entró con la mano apoyada sobre su lomo.
-. Buenos días, dígame en qué puedo ayudarle?
-. Me duele la espalda desde el jueves...
En ese momento se escuchó un teléfono, era un sonido muy intenso, un ritmo discotequero de los ochenta que vino a quebrar la relativa tranquilidad de la consulta... El paciente desplazó su mano desde la zona lumbar hasta el bolsillo del mismo lado, extrayendo un móvil...
-. No lo cogerá -pensé- seguramente se limitará a apagarlo...
Pero esta vez no anduve muy fino...
-. ¡Juan! ¿Adónde andas? -la voz que provenía del auricular podía oírse nítidamente...
-. ¿Sí? ¡Dime!... Estoy en el médico...
-. ¿Conseguiste cita?
-. No, pero vine "de urgencia"...
-. ¡Bien!... Pues dile que te ponga una inyección... Que te recete también mis pastillas para la alergia, no te olvides... ¡Ah!... ¡Y que de paso te haga una de paracetamol y otra de ibuprofeno!
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