En estos días conocíamos los resultados de una encuesta del CIS, respecto de la opinión de los españoles, relativa a la instauración de la obligatoriedad de la vacunación. Extrapolando los datos obtenidos, con la reserva que impone el conocer su procedencia, debemos decir que:
-. El 22,9% estaría en contra.
-. Para el 27% de los encuestados, dependería de los casos.
Debemos recordar que, actualmente y en nuestro país, no existe el marco legal necesario para poder implementarlo, aunque podría tratarse, eso sí, de una imposición indirecta, al exigirse el pasaporte de vacunación para el acceso a determinados lugares, los más de ellos relacionados con el ocio, algo en cuya dirección ya trabajan numerosos países y comunidades.
En estos, días, el Presidente de la comunidad autónoma de Cantabria, Miguel Angel Revilla, se pronunciaba de esta guisa: "Pido que se vacune, a todo el mundo, por las buenas o por las malas, por lo civil o por lo militar..." (Miguel A. Revilla)
Al tiempo que el presidente del comité español de Bioética puntualiza: "No tiene por qué recibir el mismo trato quien lleva a cabo una conducta con un impacto positivo en la comunidad que quien ha decidido no hacerlo. No le castigo, pero no le tengo por qué tratar igual".
-. Muchos de ellos, más del tercio, afirman conocer a alguien que sufrió efectos secundarios serios, con la vacunación...
-. Rechazan la presión que se está ejerciendo sobre ellos, considerando injusto que se les demonice, en tanto que los vacunados también pueden transmitir la enfermedad, lo que les lleva a pensar que las vacunas NO son tan eficaces como dicen...
-. Más del 30% considera que la enfermedad es menos peligrosa de lo que la clase política y los medios de comunicación quieren hacernos creer.
-. Casi el 40% asegura sentirse engañado o manipulado al recibir información sesgada sobre el coronavirus. Sostienen que los medios dan la voz a científicos tremendistas, que defienden intereses de las farmacéuticas, silenciando a otros expertos que opinan que el coronavirus no es tan peligroso.
-. Un 16% está convencido de la existencia de remedios homeopáticos más eficaces y menos peligrosos que la vacuna.
-. Un 13% cree que la vacuna les impedirá tener hijos en el futuro. -. Hasta un 12% dice obedecer a un consejo médico...
-. Aun así, la mayoría de los negacionistas afirman que, finalmente, acabarán claudicando y cediendo a la dictadura de la mayoría. Y es que la presión, bajo la forma de restricciones, parece tener un cierto efecto. El reciente anuncio del confinamiento para no vacunados, en Austria, hizo que medio millón de personas acudieran a vacunarse, una cifra que, extrapolando por datos de población, hubiera supuesto que en Alemania lo hiciesen unos 4,5 millones de ciudadanos.
1-. Completar la vacunación de los 4,5 millones de no vacunados.
2-. Recordar las medidas contenidas en las "3M" (manos, metros y mascarillas).
3-. Restricción del acceso a determinados lugares (ocio, hostelería), a determinados grupos (pasaporte Covid).
4-. Seguir apostando por la Salud Pública, diagnosticando y aislando a tiempo, etc...
No resultando tan descabelladas podrían añadirse, a nuestro directorio de medidas de precaución, las del "pase verde de los pequeños circuitos sociales", que recomienda el epidemiólogo Pier Luigi Lopalco: "Estas navidades, si invito, no entran los no vacunados; si voy a la casa de otros, me aseguro de que todos tengan un pase verde, de lo contrario no voy..."
En aquellos casos en los que las hospitales albergan un mayor número de vacunados (ej.: Cataluña, Asturias), debe pensarse que no se trata más que de una distorsión de los números: es lógico que siendo los vacunados el 90% de la población de este país, pueda darse esta circunstancia, más, cuando muchos de los contagiados ingresados, lo estarían, no tanto por padecer un Covid particularmente grave, sino por sus comorbilidades...
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