En la fotografía: la casa del que antaño fue médico del pueblo, D. Antonio García Prieto, un profesional como la copa de un pino, algo que puede decirse de una amplia mayoría de los médicos de Atención Primaria de nuestro país, ya que son los que, contra resistencia de lo que dictan nuestros gestores y políticos, independientemente de la creciente precariedad de sus condiciones, sostienen el estado de salud de los españoles...
En el inicio de la escalinata que lleva hasta su puerta, un lugar que siempre recuerdo llen0 de pacientes, puede verse la fotografía en blanco y negro de Don Antonio.
Fue el médico de mi infancia, del que más tarde, durante mis años de universidad y emanando de una cierta complicidad, recibí un trato amigable y no poca empatía.
Felicito al ayuntamiento de mi pueblo por este paseo a través de nuestros recuerdos colectivos.
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