El lento sangrado de "la pública"

 

Tal y como cabía esperar, la Pandemia trajo consigo un significativo incremento en el porcentaje de ciudadanos adscritos a una póliza privada de Salud, aunque esta cifra nunca dejó de crecer, año tras año, a lo largo de los últimos años...

Hoy por hoy, estamos muy cerca del 25%, esto es: uno de cada cuatro españolitos tendría, al menos en parte, encomendado el cuidado de su salud a compañías como Adeslas, Asisa o Sanitas, por citar algunas de las más conocidas.

A la cabeza de las CCAA se situarían:

Madrid, con un 36,6% de su población.

Le seguiría Ceuta, con un 35,6%.

En tercer lugar Cataluña, con 31,8%.

En los puestos de cola estarían:

Cantabria 7,7%.

Navarra 10%.

Murcia 12,7%.

Extremadura 14,4%.

Parecería que las comunidades más ricas recurren, en una mayor medida a la sanidad privada y que, por ende, las más pobres lo harían en una menor proporción... Aunque no creo que sea el único factor a tener en cuenta: excepciones como la de Ceuta o Navarra, por citar las que en mayor medida acaparan mi atención, desmienten lo absoluto de esta regla...

Me inclinaría a pensar que, por lógica y en buena medida, el número de contrataciones de pólizas privadas también estaría muy condicionado por el mejor o peor funcionamiento de sus respectivos sistemas públicos de salud.

Otro dato curioso: este incremento de los seguros de salud contrasta con la importante caída generalizada de otros tipos de protección. Destaca, de hecho, que el negocio de los seguros de vida sufriese un retroceso superior al 20%.