Fue en José Luis Moreno y en Rockefeller... También en Mari Carmen, el pato Nicol o doña Rogelia, fue en ellos en quienes pensé cuando ayer, la paciente puso la mano a la altura de su fosa iliaca izquierda, mientras proclamaba:
-. A mi, doctor, lo que me duele son los ventrílocuos esos, ¿sabe usted?...
Y menos mal que, al ver mi cara de sorpresa, añadió:
-. O como se llamen...
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