Una fotografía de la que emana una cierta nostalgia, el recuerdo de tiempos pretéritos que pudieran parecer mejores por el mero hecho de serlo, aunque no eche de menos, ni de lejos, momentos como los de aquellos pacientes desparramando cartones sobre mi mesa.
Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que vi un cartón, hasta un día de la pasada semana en que alguien vino a romper la magia, acabando con el recuento...
Un usuario del que cuando menos podrá decirse, que le adorna la capacidad de síntesis...
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