Algunas veces, durante el recorrido de un breve paseo por la ciudad, puedes resultar sorprendido por cosas como la que ví esta mañana y que me dió por definir como unos "jardínes homeopáticos": en la inmediatez del terruño que rodea a un árbol, flanqueado por su pequeña e improvisada empalizada, un verde micro espacio de apenas un metro cuadrado, en el que pueden verse algunas plantas y un mensaje de cartón: "Este espacio es de todos. Respétalo. Cuídalo"...
Un poco más adelante: un segundo y último jardincito de características similares y conteniendo otro letrero... En éste podía leerse:
"El amor es lo único que crece cuando se reparte"
(El Principito - Antoine de Saint-Éxupery)
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