He querido rescatar esta imagen que circula por la Red, porque es de esas a las que otorgan un valor cercano a las mil palabras... Si me apuran Uds., incluso las 10.000...
Hace ahora varios años escuchaba de labios del profesor Grande Covian aquella frase:
"Es más fácil cambiar de
Religión que de Alimentación"
Y a lo largo de mi vida no hice más que ahondar en la constatación de la veracidad de esta sentencia: cambiar de hábitos, sean alimenticios u otros, no resulta fácil, siendo aún mayor la dificultad cuando desde la administración no se rema en este sentido: en los 6 minutos que tenemos por paciente caben pocas palabras y menos consejos...
Sin embargo, y esto es lo más triste: cultivando hábitos saludables reduciríamos a una mínima expresión la necesidad de consultas por parte de aquellos, los pacientes que hoy pueblan nuestras salas de espera: hipertensos, diabéticos, personas con sobrepeso o con colesterol y/o triglicéridos elevados, artrósicos, etc...
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