El sistema de Receta Electrónica con el que nos hemos iniciado en los últimos meses no pudo evitar el arrancar con problemas, a pesar de que la nuestra ha sido una de las Comunidades Autónomas en las que se implantó más tarde, tras la experiencia acumulada de varios años en otras regiones.
Es raro el día en que no viene algún, más bien algunos enfermos que tienen problemas para recoger su medicación en la farmacia, a los que a menudo tenemos que hacer recetas a mano, en el más puro estilo "Cuéntame como pasó". Cuesta creerlo por parecer curioso, pero desde que tenemos la "Receta Electrónica" estoy volviendo a hacer más prescripciones manuscritas de las que nunca hice en estos últimos años...
Este mes, para colmo de problemas y hasta que lo arreglen, no pareció funcionar correcta ni adecuadamente el módulo de "recetas a demanda" con el que pretendemos ajustarnos a la realidad de esos muchos, muchísimos pacientes que no han de tomar una medicación pautada, sino ajustada al momento, a la intensidad y frecuencia de sus molestias...
No parece el mejor, ni tampoco el más avanzado de los métodos, aquél que no tiene en cuenta estas posibilidades u otras que construyen nuestra cotidianidad... Un sistema que no dota al farmacéutico de la posibilidad de corregir puntualmente estos pequeños desvíos de la toma cartesiana acaba siendo inútil a la hora de ahorrar tiempo a pacientes y médicos, que es de lo que se trata.
P.S.: Poco después de terminar la redacción de este post una paciente viene a consulta para que rectifique una receta de Eutirox -de 84 comprimidos- que en su día fue retirada y sustituida por una nueva presentación de 100 unidades... Sirva también todo lo comentado para casos como éste: errores así deberían poder corregirse en la farmacia, ahorrando paseos y esperas al paciente, así como tiempo al médico.
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