Hoy se mantienen diferentes núcleos de reivindicación activa: la huelga en el Principado asturiano por los recortes salariales y el aumento de la jornada laboral; los encierros en diferentes hospitales madrileños; la huelga indefinida de los internos residentes de los hospitales andaluces...
Esta última se reviste de la peculiaridad y el dilatado juego, al tratarse de profesionales en formación, de carecer de los habituales y muchas veces asfixiantes servicios minimos...
Todos ellos, al fin y al cabo y salvando matices -que los hay- vienen a reivindicar similares injusticias y poner de manifiesto la tremenda desunión que por motivos jerárquicos, geográficos, contractuales, y lamadrequeloparió que ya lo decíamos ayer, se cierne como una característica que identifica a nuestra profesión y es uno de los motivos por los que nunca conseguiremos evitar nada...
Los otros son la pasividad y la falta de voluntad, por eso: ha llegado el momento de dejar sin contenido y trastocar el significado de aquel emblemático logo, el de la enfermera imponiendo silencio en los pasillos de nuestros centros... ¡Ya NO te calles...!
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