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Los paros que nos ocupan esta semana están teniendo un seguimiento muy desigual y un éxito que, como casi siempre, depende de la fuente consultada: un 68% según el sindicato convocante y un escaso 10% según Sanidad...
Quiero, aprovechando la plataforma de mi blog, manifestar que lo hubiera secundado: que coincido con todos y cada uno de los puntos que se reivindican, por lo que de buen grado hubiera seguido el paro de tres horas. Como yo, muchos compañeros que, por unos motivos o por otros y lamentablemente, tampoco lo secundaron.
¿Y por qué motivo, os preguntaréis, no lo hemos apoyado?... Sencillamente porque la hora oficial de inicio de nuestro turno es a las dos de la tarde (14h00), y los paros convocados comienzan a las 15h00 para acabar a las 18h00...
¿Qué significa esto?: pues que habríamos tenido que acudir al Centro de Salud a las 14h00, para parar a las 15h00, y poco menos que hacer el tonto por las inmediaciones del Centro y hasta las 18h00... Para después, de 18h00 hasta las 21h00, ver al destajo de pacientes que suponen todos los que estaban programados a lo largo de las seis horas asistenciales de la tarde, en tan solo tres, y por supuesto: dejando de cobrar las tres horas de huelga...
Afirmo pues rotundamente que el mal planteamiento del paro para los integrantes del turno de tarde ha incidido muy negativamente en las cifras de seguimiento.
De cualquier modo: estimaciones y cifras no deberían servir para extraer conclusiones válidas: independientemente del seguimiento de los paros, la práctica totalidad de los profesionales sanitarios están en profundo desacuerdo, muy descontentos con las nuevas medidas que han venido a castigar tan duramente a un sector -el nuestro- que en la actualidad sufre tan profunda desconsideración por parte de la Administración. Otra cosa, bien distinta, es que estén dispuestos a perder más dinero de su ya escaso salario, para proclamar una vez más tales evidencias...
A los organizadores: en lo sucesivo debéis concentraros en evitar tales errores de previsión y/o programación; es triste pensar que unas veces por otras estamos dejando pasar demasiados trenes...
A los organizadores: en lo sucesivo debéis concentraros en evitar tales errores de previsión y/o programación; es triste pensar que unas veces por otras estamos dejando pasar demasiados trenes...
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