Acontecen sucesos en el día a día que te clavan en el espacio de la reflexión, de un profundo pensamiento sobre aspectos de la actualidad, de la profesión, u otros... Sirva para ilustrarlo la anécdota que viví ésta semana...
La paciente que me solicitaba un nuevo envase de ésta crema debía de ser marroquí, o cuando menos magrebí (puestos a perseguir un mayor número de posibilidades de acierto). No fui capaz de entender para qué la necesitaba, como tampoco ella de comprender mis preguntas. Por suerte, en la lengüeta del envase aparece un texto en francés, con mayores posibilidades de resultar asequible a mi comprensión que el que aparece con los caracteres del alfabeto árabe (aunque el nombre comercial de éste preparado en Francia, no existe aquí en España).
A la hora de intentar llevar a buen puerto la visita, recordé que por la consulta andaba un manual multilenguaje de ayuda para la traducción de las expresiones más comunes, una "Guía de comunicación con el paciente extranjero" que en su día nos había regalado una empresa farmacéutica, que no la Administración, y que acabó resultando bastante inútil -también- para el caso que nos ocupa...
Según datos de los últimos años, el número de inmigrantes residentes en el área metropolitana de la Comunidad de Madrid podría rondar cifras cercanas al 20%. Los médicos, quienes les atendemos, debemos saber:
1.- hacernos entender y entenderlos.
2.- conocer sus particularidades biológicas, sus enfermedades más comunes.
3.- saber acerca de las peculiaridades de sus culturas, costumbres, de su alimentación y de sus específicos modos de enfermar.
Todo ello sin ayuda y sin, por supuesto, descargarnos de la responsabilidad que conlleva todo acto médico.
En nuestro Senado, recientemente, y aún teniendo todos los que lo ocupan la incuestionable obligación de saber expresarse en Castellano, se aprobó la implantación de un multilingüismo con traducción simultánea a todos los idiomas autonómicos y que acabará imponiéndose también, ya lo verán, será cuestión de tiempo, en el Congreso de los Diputados...
Yo con mis búlgaros y magrebíes y polacos utilizo Google traductor que funciona mas o menos bien y además tiene la opción de sonido.No sé si las traducciones serán muy fieles pero nos entendemos
ResponderEliminarMuy agradecido por la sugerencia, Pilar. Comenzaré a usarla en cuanto me permitan usar internet en la consulta.
ResponderEliminarJoé, qué fuerte. Más "desigualdades-dependientes-de-comunidad-autónoma"
ResponderEliminar¿ No ven que internet es necesario? ¿Cómo se puede ser tan cafre?