Me disponía a citar a los pacientes que habrían de pasar a continuación; el último acababa de salir dejando la puerta semiabierta, por lo que una mujer magrebí se asomó diciendo:
-. Dr. Soy Amira; llego 10 minutos tarde... ¿Puedo pasar?
Compruebo que -efectivamente- llegaba 10 minutos tarde, invitándola a pasar.
Mientras la atiendo vuelve a abrirse la puerta. Desde allí, un paisano de cierta envergadura y una estética un tanto skin me comenta en un tono despótico:
-. ¿Por qué la ha dejado pasar? ¡Ha llegado tarde!.
-. ¿Perdón?- respondí con intencionada rotundidad- ¿Quién es Ud. para decirme lo que he de hacer?... ¡Haga el favor de salir y esperar a ser llamado...!
Minutos después, cuando salí a la sala de espera, el paciente se dirigió nuevamente a mí diciéndome:
-. ¡No entiendo su criterio ni lo comparto: el otro día YO llegué unos minutos tarde y un médico me tuvo esperando hasta el final!.
-. ¿Y Ud. pretende que abandonando el mío, siga el criterio de otro?. Lo siento pero esta consulta la paso yo, y no le permito que critique el que tenga un poco de humanidad... Esa mujer tenía cita antes que Ud. y ha llegado antes de que le tocase entrar a Usted, no veo en qué le ha perjudicado...
-. ¡Si es que además todos "esos" son iguales!... ¡Se hacen el tonto y acaban pisándonos a nosotros, los españoles!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Los comentarios son bienvenidos!