A través del viaje de mi "amiga del Alma", he pasado un par de semanas pendiente del día a día de una familia mozambiqueña... Y debo deciros que lo viví como una ocasión única, una vivencia que destacó sobre cuanto venimos conociendo, a través de los medios, del malvivir de una buena parte de la humanidad.
A lo largo de las últimas décadas fue tal el caudal de información y tantas las veces que nos manipularon, que de algún modo la piel se nos acabó endureciendo... Aunque una experiencia más personal y directa acaba poniendo de manifiesto que seguimos teniendo mucha sensibilidad debajo de esa epidermis...
Si con nuestra modesta ayuda, que vehiculizamos a través de ella, hemos conseguido mejorar algún aspecto y las condiciones de la penosa existencia de estas gentes, nos daremos por muy satisfechos.
Amigos... No perdamos nunca la solidaridad!
NOTA: Y no, Encarni... Después de todo no haces fotos tan malas!
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