domingo, 8 de noviembre de 2015

La sala de espera



LOS LLAMAMIENTOS
Si no fuéramos Médicos de familia, no tendría sentido hablar sobre esto; debemos ser los únicos médicos que no contamos con un auxiliar en la consulta desde ni se sabe, y no parece que ninguna administración se vaya a encargar de ello… ¡son los de cabecera, tragan con todo!.
 
Bien… llamar a los pacientes… aquí cada cual tiene su método, que muchas veces ha ido cambiando según iba fracasando en las probaturas.
 
LA LISTA de Schindler: Sabemos que está prohibido ponerla por lo de la ley de los datos!!!!!, debe ser que esta ley no se aplica a vocear al susodicho delante de todos… con los mismos datos, en fin. Por una parte te quitas el marrón de salir, pero dejas a las fieras que se organicen solas , y pobre del infeliz que llegue un poquillo tarde… la criatura no pasa hasta que las jefas decidan.
 
SALIR A LLAMAR: Esto es lo más frecuente, se suele hacer nombrando unos cuantos. Problemas: cada vez que te asomas inevitablemente se te acercan con “¿estoy en la lista?(usted sabrá si ha pedido cita, alma de cántaro), ¿a mí cuándo me toca?, ha pasado el Antonio que tenía a menos cuarto y yo estaba a y media (…siempre se suelen “confundir” y tras revisar la lista ves que está a otra hora puesta),,, aaahhhh, pues estaba yo creída que era a las doce… la muchacha del mostrador, que lo ha puesto mal.
 
Y así cada vez que sales….se pierde muchísimo tiempo y te pone de los nervios, amén de discutir con algún cabezón… not recommended.
 
EL MICROFONO: Hoy en desuso, pero en mi pueblo lo teníamos en el centro viejo, y le acababas cogiendo el gustillo…parecido a llamar desde la puerta pero dentro de la recepción (protegida) y a veces te daban ganas de soltar tontunas tipo  aeropuerto “ Antonio , embarque por la consulta  3”, o  también tipo super “ tenemos de oferta un hueco libre a las doce”… (sorry, yo lo hice, lo confieso).
 
DIGALE QUE PASE A FULANITO:  Aquí un paciente que sale llama a otro para que entre. Problemas: a muchos no les gusta que los pongas de celadores (que tú lo seas les parece bien), y la cosa se complica si es un nombre rarete o está un poco teniente… total, con las voces que das acaba entrando .
 
LLAMAR DESDE LA MESA: Es lo más recomendado, así eres tú quien puede organizar la lista, puesto que casi conoces a todos y puedes “colar” a alguno que sabes que tiene que entrar antes y las fieras no se enteran. También te ahorras los asaltos y no pierdes tiempo. Problemas: que no te oyen porque están hablando… das una voz que se callen o no sigues llamando… a veces funciona… les dura poco. También si la mesa está un poco lejos de la puerta acabas algo tocado de la voz.
 

TIPOLOGIAS
EL COLAO: Tú llamas a uno pero se sienta otro… si no lo conoces te acaba liando porque no te cuadra nada de lo que te cuenta con la historia abierta, hasta que te das cuenta que no es el llamado… si lo sacas, malo y si lo dejas te hace perder tiempo y se enfadan los de fuera.
 
EL EQUIVOCAO INAMOVIBLE: Cada vez que llamas lo ves en la primera silla y nunca entra… te mosqueas y acabas saliendo a preguntar, ¿usted tenía cita hoy Anselmo?, no lo veo en la lista… me ha dicho mi mujer que a las doce… (son las 10)… vas al ordenador y miras el día siguiente… no falla…sí Anselmo, pero mañana… te mira con cara de lástima y claudicas… o no.
 
LA PROTESTONA INSISTENTE: ¿Qué pasa que a mí no me llama?... usted no está en la lista… ¿no estoy?,ya lo creo que estoy… y te enseña el móvil con la cita o el papelico del mostrador… tú preguntas ¿a qué estamos hoy?... y SIEMPRE es de otro día…refunfuña y se va sin disculparse.
 
EL LISSTO: Si sólo es una receta… o un papel… ¡MENTIRA!, luego dentro se le ocurren mil cosas...
 
LA URGENTE: Viene sin cita y te dice que es "muy urgente"... tú la ves muy lozana y le preguntas, ¿cual es la urgencia?..." es que me he dejao puesto el cocido"!!!! (real), de la voz que le pegas sale disparada y vuelve al día siguiente... con su cita (la urgencia era una receta).
 
Bien, seguro que hay más..
 
A lo mejor si tuviéramos una de esas modernidades como en el hospital o en Hacienda, con la pantallica, se solucionaban las cosas... aunque no sé, resulta un tanto frío... le quita vidilla.

FUENTE: Semergen


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