Han pasado dos dias desde la reconsideracion del gobierno autonómico de la Comunidad de Madrid, respecto de la externalización de la gestión de hospitales, rectificación que se ha visto acompañada de la dimisión del que hasta ese momento había sido nuestro Consejero de Sanidad.
Es casualidad que en esos dos días y en tres ocasiones, distintos pacientes entrasen en la consulta saludando con frases en la línea de: "¡Buenas tardes, y enhorabuena por lo que se ha conseguido!"
Con franqueza, nunca he sido un hombre convencido de que una privatización sea intrinsecamente mala, aunque sí lo estuve siempre de que lo que este gobierno pretendió hacer era una chapuza, más encaminada a satisfacer la necesidad de negocio de algún que otro deudor de favores, que a mejorar la gestión de nuestra Sanidad.
Honestamente, muchos hemos contribuido a parar el despropósito, por eso: ¡Sea extensiva a todos esa enhorabuena!...
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