jueves, 9 de enero de 2014

Desprecio por lo que no tiene precio


  

Un hombre compró un mueble nuevo de cocina y, para librarse del viejo, lo dejó enfrente de su casa con un cartel que decía:
"Gratis. Si lo quiere puede llevarselo".

El mueble permaneció allí durante tres días, sin que la gente que pasaba se interesase por él.

El hombre llegó a la conclusión de que era necesario cambiar el cartel, así que elaboró uno nuevo con el siguiente mensaje:
"Mueble en venta por 150,00 Euros".

¡Al día siguiente lo habían robado!


Sirva esta parábola para ilustrar el escaso valor que suele otorgársele a lo "gratuito", algo que los trabajadores de la Sanidad podemos ver cada día...


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