Que la consulta es un apéndice en el que se proyectan las realidades, todas las realidades sociales, y que no hay dos consultas iguales: son obviedades sobre las que no vamos a extendernos; aunque conviene remarcar que algunas son muy, pero que muy particulares...
Era la primera vez que veía a esa paciente, la otra tarde, y confieso no tener prisa en repetir la experiencia...: una mujer de mediana edad, cierta cultura y posición social, de las que integran al particular grupo de personas que, aún resultando inconveniente o evidenciando mala educación, hacen de la naturalidad una bandera a la que aferrarse, cual ingrediente básico de una personalidad mal entendida.
-. Buenas tardes, dígame: ¿En qué puedo ayudarle?
-. ¡Ná, aquí estoy otra vez con lo de siempre, con mi Chichi!
-. ¿?
-. ¡Sí, que habré pillado otra vez hongos!... ¡Si es que mi Chichi no me quiere... Con lo que yo le quiero a Él!. ¡Hay que ver lo molesto que es esto de que te pique el Chichi!
Para entender mejor la situación no deben dejar de imaginar mis esfuerzos por no parecer sorprendido, así como mi interés en mantener el tono neutro e impersonal con el que inicié la consulta.
Tras evidenciar, desde la anamnesis, un pasado de frecuentes vaginitis micóticas "demostradas", opto por instaurar directamente un tratamiento:
-. ... Estos óvulos vaginales podrá Ud. usarlos cada noche, o bien en días alternos, como prefiera; aunque en cualquiera de estos casos deberá agotar el envase.
-. ¡Ah, pues entonces mejor me los pongo todas las noches, de seguido, porque así tengo que estar menos tiempo sin hacer guarrerías, con lo que a mí me gustan!
-. (...)
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