El 28 del pasado diciembre el gobierno aprobó reducir la velocidad a 90km/h en carreteras convencionales, con el fin de reducir la siniestralidad y cumplir el objetivo establecido en la estrategia de Seguridad Vial (2011-2020) de bajar de 37 (actualmente es de 39), la tasa de fallecidos en accidente de tráfico por millón de habitantes.
No parece demasiado cuestionable el pensar que, a menor velocidad, la seguridad sea mayor....
Lo que ya no me resulta lógico es el comprobar, año tras año, década tras década, que cuando se habla de Sanidad, al gobierno le refanfinflen los temas relacionados con velocidad y seguridad... A ojo de buen cubero un médico español dispone de unos 5 minutos por pacientes, con las frecuentes salvedades siguientes:
-. hay días en los que, por una mayor afluencia de pacientes, los minutos son aún menos (véanse, cada invierno, las epidemias gripales)...
-. no pocos pacientes sufre problemas múltiples y/o complejos...
-. es raro el día en que no surgen imprevistos.
-. es raro el día en que no surgen imprevistos.
Cuando te detienes a pensar en esta cuestión, llegas a dudar: no será que al gobierno, lo que de verdad le interesa, es la posibilidad de recaudar más? porque con tales argumentos, no parece que la seguridad sea tan importante como nos la venden... Quizá todo se explique por que fue el 28 de diciembre, la fecha en la que aprobaron esta modificación...
Decía Marañón que el mejor invento para una consulta era la silla, la silla en la que el médico se sienta para escuchar a su enfermo.... Sentémonos pues, amigos, sentémonos a escuchar a nuestro enfermo sin prisas, aunque no para esperar a que esto suceda: trabajemos en pro de conseguir una mayor seguridad para nuestros pacientes!
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