-. Pero hombre, estas frecuentes bronquitis se las coge Ud. por culpa del tabaco!... Es que no lo ve?... Cuando va a dejar de fumar?
-. Nunca! - me dijo con un tono que no sabría calificar pero que no sonó amigable...
Según datos que se publicaron hace algunas semanas, tenemos el sistema sanitario más eficiente del mundo... Dicha eficiencia se basa, que duda cabe y fundamentalmente, en la resignada colaboración de los trabajadores quienes, admitiendo la reiteración de contratos precarios, cobrando poco y viendo pacientes a destajo, consiguen que todo esto siga funcionando...
Esto ya lo sabemos y es volver sobre lo mismo... Pero cuando vivo experiencias como la que hoy comparto con vosotros, cuando veo a usuarios como el que hoy nos ocupa, me invade la amargura de recordar que estoy pagando la gratuidad de la atención que le dispensamos... La pago por partida doble: como trabajador y como contribuyente.
Con su dinero él no abonará nuestra atención, no lo hará en su justa medida ni a su justo precio: tan sólo alcanzará a dar la propina con la que se nos viene retribuyendo el acto médico... Pero eso sí, con el que dejó de pagar y se ahorró al venir al médico, seguirá comprando sus cigarrillos e intoxicándose, generando cada vez más consultas y gastos sanitarios, consultas en las que como mucho y en el mejor de los casos, seremos testigos de su aceptada decadencia.
Para cuando lo de revisar esto?
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Los comentarios son bienvenidos!