El 31 de octubre del 1999 yo tenía, como cada mañana de domingo de aquellos años, una cita para jugar al padel con otros tres amigos y vecinos de la Urbanización La Fresneda, en Asturias... Pero aquel día y por motivos personales había pedido a Luis Miguel Jiménez que me sustituyese, jugando en mi lugar.
Al poco de comenzar Luis Miguel sufrió una hemorragia cerebral en pleno partido... Fue a partir de ese momento, con la mitad de su cuerpo paralizado, que su vida dio un giro de 180 grados...
Desde entonces, el que había sido jefe de un equipo de comerciales, acostumbrado a perseguir trabajando por objetivos, pasó a tener un nuevo norte, un propósito por y para el que dedicó innumerables horas cada día. Nunca conocí y probablemente nunca conoceré mayor tesón ni ambición en conseguir una recuperación... Fue tanto el empeño que no pudo ser de otro modo: hubo de acabar coronado por el éxito: por esta lucha Luis Miguel consiguió rozar la normalidad y ser un ejemplo a seguir para muchos, motivo por el que impartió conferencias, seminarios, y por el que fue entrevistado en no pocos medios de comunicación, a lo largo de los últimos años...
Sirva, a modo de ejemplo, la entrevista que en estos días aparecía en la Televisión Asturiana, que puede verse entre los minutos 18 y 49 de este vídeo...
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Va por tí, mi querido Luis Miguel... Quiero que sepas que, aún después de tanto tiempo, sigo repitiéndome que debí jugar aquel partido... Desde la distancia que hoy nos separa serás siempre un amigo cercano.
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