En un principio, cuando te consultan por unos "ruidos en el oído" inmediatamente te da por pensar en los acúfenos ó tinnitus, esos zumbidos, siseos o campanilleos que se perciben acústicamente y que no provienen de ninguna fuente externa...
Pero esta vez no eran acúfenos...
Pero esta vez no eran acúfenos...
Al solicitar más detalles sobre las características de esos ruidos, el paciente se llevó un dedo a la zona del trago auricular y comenzó a agitarlo rítmicamente...
Y no, por si alguien se lo preguntó: al final no resulta tan infrecuente que consulten por rarezas como ésta....
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Los comentarios son bienvenidos!