Al ritmo de aquella famosa canción del Dúo Dinámico debemos admitir que ya ha llegado el final del verano...
Recuperamos la rutina de nuestras vidas del mismo modo que nuestras ciudades recuperan los excesos que las caracterizan, y las localidades del litoral costero ese aspecto de tristeza y nostalgia con el que vestirán hasta la llegada del próximo estío.
Y puesto que seguimos sufriendo los estragos de esta duradera crisis, muy a pesar de lo que nos cuentan los miembros de nuestro gobierno, arrimo el hombro y sugiero lo que me parece todo un derroche de ingenio, ya que necesitamos ideas para el ahorro y la regeneración, esta puede ser una de ellas y de tantas: reciclemos los restos de cuanto nos sirvió para combatir pasadas inclemencias, como los botes vacíos de los filtros solares dermatológicos, hagamos con ellos instrumentos como este ventilador, que bien podría servirnos para el próximo verano.
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