Ya no recuerdo desde cuando no funciona el aire acondicionado en el Centro de Salud. Nadie se explica que, con el paso de las semanas, no lo arreglasen...
No sé si alcanzáis a imaginar lo que supone estar encerrado en el cubículo de una consulta, en esas horas de nuestra siesta tan hispana: ...El calor es como una mano enorme que te estruja con fuerza, mientras tomas conciencia de que, en esencia y en un 70%, eres de puro líquido.
Por los pasillos pueden verse a las pacientes moviendo compulsivamente sus abanicos, o cualquier folleto informativo del Servicio de Salud, que servirá para la ocasión.
Las puertas de las consultas permanecen abiertas, y se aprovechan los biombos para conseguir que una cierta intimidad no resulte incompatible con el alivio que proporciona una brizna de corriente de aire...
Todos nos hacemos una y otra vez la pregunta: "¿Es la crisis la culpable del retraso en la reparación?"... Y yo, de ser así: "¿Tan inútiles somos que sólo en un contexto de construcción frenética y desbordada, de pisos que doblan su valor cada año, conseguimos que funcionen medianamente las cosas?"
* El título es un guiño de simpatía a la serie:
"El calor según...", de VBV
Es para plantarse y salir a la calle. Saludos
ResponderEliminar