Desde el advenimiento de los primeros smartwash, en los que se aunaban las funciones de una pulsera de actividad con las que le son propias a los teléfonos móviles, no dejaron de evolucionar tecnológica y estéticamente, incorporando nuevas posibilidades hasta el punto de resultar, hoy por hoy, claramente sorprendentes.
En estos días ya se comercializan algunos capaces de:
-. darnos la hora, desde una muy amplia variedad de formatos y diseños del escritorio
-. gestionar nuestra actividad deportiva
-. también nuestro sueño
-. medir la frecuencia cardiaca
-. la tensión arterial
-. la temperatura
-. medir la saturación de oxígeno en sangre (pulsioximetría)
-. realizar un ElectroCardioGrama
-. más recientemente también anuncian la monitorización de la glucemia (azúcar en sangre).
-. algunos incluso anuncian intenciones terapéuticas, mediante láser.
-. buscar el teléfono móvil, caso de no encontrarlo
-. y todo esto: sin dejar de integrar algunas de las funciones propias de los "celulares": llamadas, mensajería, radio, música, correo, predicción del tiempo...
Es mucho más que probable que estos instrumentos resulten aún mejorables hoy, pero de lo que no cabe duda es de que nos espera un futuro de cuidados desde estos relojes saludables y de que, acercándose a lo que en su día supuso el advenimiento de los móviles, aspirarán a ser el descubrimiento más revolucionario de este siglo.
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