Los pacientes apenas traen ya los cartones a la consulta: en la era del móvil y de la receta electrónica, son muy pocos los que siguen valiéndose de fórmulas más o menos artesanales para recordar su medicación...
La de la fotografía eligió llevar una letra pintada en su mano, cual si de un tatuaje se tratase...
El problema es que, llegado el momento de pedirlo y a pesar de la chuleta, no se acordaba del nombre y costó Dios y mucha ayuda conseguir que recordase que se trataba del Metamizol...
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