A veces tengo la impresión de que nuestros gestores no son conscientes del desproporcionado número de pacientes y de las muchas responsabilidades que configuran nuestra sobrecarga asistencial, motivo que justificaría el incremento que para nuestro trabajo suelen suponer las nuevas decisiones y medidas...Y es que en los últimos tiempos hemos podido asistir a la llegada de:
1. La IT-WEB que nos trajo mayor trabajo, así como una mayor dependencia de los inspectores de zona...
. Ellos deben decidir si se da la baja a una persona que se retrasa unos días en venir a pedirla, una persona a la que no conocen, cuyas circunstancias debemos detallarles nosotros, originando informes, a veces llamadas y consultas hasta que se autoriza.
. El buscar la ocupación del paciente en el programa de IT-WEB es terrible, llevando no pocos minutos el conseguir elegir la ocupación que más se acerca a la real, entre otra cosa porque las distintas opciones no siguen un orden alfabético... Esto por no hablar también del código de la enfermedad...
. La unidad administrativa ya no ayuda: no imprime, ni entrega partes de confirmación...
. Son muchos los informes que han de cumplimentarse para unos inspectores que siguen sin conocer al enfermo y para los que actuaríamos como simples secretarias que persiguen recabar una firma de su jefe...
. No olvidemos el alto número de errores con el que conocimos al programa y que, hasta ser reparados algunos de ellos, que no todos, constituyeron molestos quebraderos de cabeza...
2. Que os voy a contar del bendito MUP? un programa que sigue y sigue dejándonos colgados varias veces a la semana...
. Es verdad que el paciente no viene a buscar sus recetas, pero tampoco antes venía a la consulta por este motivo, acudía a la UNAD a recoger las recetas que los administrativos le habían impreso a través del circuito de crónicos.
. Cuantas veces nos viene un paciente que comenta que el farmacéutico no quiere darle una medicación que figura, con sus datos perfectamente cumplimentados, en su Receta Electrónica?,,, Que si "no le toca hasta el día tal"... que si "no lo tiene"... que si "tiene 28 comprimidos y no le alcanza para el mes"... etc.
3. Y si hablamos de medicamentos...
. Qué decir de las numerosas faltas de abastecimiento de no pocas marcas, que venimos sufriendo en los últimos meses y que justifican frecuentes consultas sin más motivo que la de pedirnos el cambio del nombre comercial o del fármaco? (Véase Adiro).
. En ocasiones son problemas con medicamentos que, como el Valsartán o el Irbesartán, fueron fabricados vaya Ud. a saber dónde...
. En este último mes parecen haberse puesto de moda los cambios de presentaciones, de manera que algunos envases de 28 comprimidos han de ser pasados a 30, a la vez que algunos envases de 30 comprimidos deben ser pasados a 28... Es raro el día que no me vienen 2 o 3 pacientes con su Amlodipino o con su Enalapril/Hidroclorotiazida solicitando tales cambios... Y me pregunto: acaso no puede la administración validar esos cambios en las farmacias, ahorrando así las decenas de miles de consultas que se pedirán con la sobrecargadísima atención primaria?
Si a todo ello le sumamos procesos como la tipificación del riesgo y del nivel de intervención y el mayor número de clics exigido por todas estas nuevas plataformas... decidme... Cuando vemos pacientes, aunque vengan sin cita?
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