El otro día, en mi Centro de Salud, sucedía una de esas anécdotas que me gusta compartir con vosotros, cuando llamaron por teléfono y pasaron la demanda de una visita a domicilio por parte de una doctora, compañera nuestra.
-. Sí, dígame -dijo la doctora al ponerse- de qué se trata?
-. Hola Doctora, Soy Teresa García.
-. Sí, Teresa, buenos días, dígame?... Al parecer tengo que acercarme a verla a su domicilio?... Cuénteme que le pasa?... De qué se trata?
-. No Doctora. No estoy en casa... Estoy ingresada en el hospital, y la verdad es que prefiero que me venga a ver, doctora, porque me gusta mucho más cuando Ud. me trata.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Los comentarios son bienvenidos!