Con ese empeño con el que me inicié en la andadura de la creación de este blog, de mostrar entre otras las curiosidades del mundo de la Medicina, hoy quiero hablaros de la heterocromía.
Aunque no es hallazgo demasiado infrecuente, lo cierto es que yo no había tenido ocasión de ver ninguna hasta ayer, salvo en fotos o en los ojos del Husky Siberiano de un ex-vecino.
Efectivamente, estoy hablando de la existencia de dos ojos -dos iris para ser exactos- de diferente color. Y el iris, según la conocida expresión castellana que elegimos para el título, y quizá por la calidez de su cromatismo, sería la parte más preciada de nuestros ojos.
Por recordar conocidos portadores de esta desviación de la norma estadística, citaré a Demi Moore ó a Jane Seymour... La popular heterocromía de David Bowie no es tal, sino una dilatación permanente de la pupila de su ojo izquierdo, consecuencia de un traumatismo ocurrido en su infancia.
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