En estos días la prensa internacional se hacía eco de los datos publicados en la página web nomáscuernos.com, (pulsar para entrar), una curiosa relación de profesiones más o menos proclives al desliz de la infidelidad, la medición estadística de la tendencia a poner los cuernos a la pareja, en función a, o según la forma que tengamos de ganarnos la vida.
En una lista de 10 profesiones, la nuestra, la profesión médica, ocuparía un no sé si honroso o deshonroso tercer puesto, una calificación que dependerá del ras del criterio con el que se decida valorar o juzgar.
Un tercer puesto, tras los representantes del mundo de la farándula y de los profesionales de la prensa, que se explicaría por el estrecho contacto con los o las pacientes y el alivio que proporcionaríamos respecto de la vivencia de sus problemas personales...
Personalmente, y ruego se me permita el desvarío del mal chiste: yo no sabría explicarlo o apoyarlo en más argumentos que el de la jocosa justificación de una mayor necesidad -académica, real- de reciclar los conocimientos anatómicos.
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