Un año más y un "Orgullo" más, aunque en esta ocasión Madrid acaparó el privilegio de ser la capital mundial del fenómeno.
Un año más de desfiles multicolores y de despliegues imaginativos...
Un año más de políticos que se asoman (este año fueron todos) y de marcas o de establecimientos que aprovechan el tirón comercial.
Un año más de artículos y de mensajes...
Un año más de negaciones...
Un año más de conjuntos coordinados y armoniosos, de reinonas...
De intentar comprender cómo esta fiesta, cómo este fenómeno, aspira a acaparar e integrar todas las tendencias y mensajes: la igualdad, la diversidad, el amor, el colorido...
Pero también otros muchos temas como el drama de los refugiados, el cuidado medioambiental, la globalización o el calentamiento global...
De ver como una ciudad intenta adaptarse a las necesidades organizativas y de seguridad que requiere esta fiesta...
Un año más: mis aplausos por el atractivo de la imagen y el mensaje de esta fiesta... Pero por favor, por un tema de dignidad, de estética, de respeto al pudor y hasta de higiene miccional: les ruego que no vuelvan a instalar este modelo de urinarios...!
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