Un tema recurrente es el del límite, el número de pacientes a partir del cual comenzaría el cansancio del médico, incrementando su número de errores, en la medida en la que disminuye su capacidad de concentración.
Una frontera desde la que se vería mermada la calidad en la atención y por tanto la seguridad del paciente y que parece estar, según el sentir de muchos, en torno a los 35 pacientes.
Parece increíble que este límite sea tenido en cuenta y exigido en numerosas profesiones, como las de conductores de camiones o autobuses, los pilotos, y otras muchas.... y que no importe más allá del rábano cuando se trata de controlar el trabajo de un médico.
De la administración siempre hemos escuchado consejos, en nuestra calidad de conductores y respecto de la conveniencia de hacer un alto por cada número de kilómetros en carretera; pero a esa misma administración, la que pone tanto empeño en que frecuentemos las áreas de servicio, no parece importarle mucho el número de pacientes que atendemos...
En una buena parte de nuestras consultas, la media diaria se sitúa por encima de los 50 pacientes...
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