viernes, 29 de diciembre de 2023

Pitágoras



Cada vez que necesito hacer un volante interconsulta, o cualquier otro tipo de documento en el que sea necesario proporcionar los datos del paciente, cuando menos comprobarlos, suelo hacerlo de un modo abreviado, ya saben Uds. que no nos sobra tiempo para perder...
-. ¿Fulanito de tal?
-. Eso es.
-. Calle de tal y cual?
-. Exacto.
-. ¿646...?
Y aquí es donde los pacientes me responden con cosas como...
-. 45 63 37.
U otras cosas, como:
-. ¿Y eso qué es?
-. Su teléfono...
-. ¡Ah, sí!¡Ese es!

Pero ayer debí toparme con Pitágoras, y digo esto porque sucedió tal y como os cuento:
-. ¿646...?
-. ¿Y eso qué es?
-. Su teléfono...
-. ¡Ah no! ¡Por supuesto que no! ¡Mi teléfono tiene muchos más números!



lunes, 25 de diciembre de 2023

Pocas o muchas luces

Con la proximidad de la Navidad las ciudades se engalanan, no sin cierta rivalidad, de luces de cuantas formas y colores puedan imaginarse, a modo de aviso para navegantes y reclamo de la curiosidad y el poder adquisitivo de los transeúntes.

Aunque las luces navideñas no siempre han de ser motivos festivos y de algarabía, ya que a veces, tal como vino ocurriendo este año en alguna de las localidades de nuestra piel de toro, se erigieron en fuentes de divergencias y no pocas discordias.

Comenzaremos por Tordesillas, lugar en el que la desnudez de un hada, la supuesta erección de sus pezones (por otra parte justificada desde el frío de esas latitudes), causó tal división en la población vallisoletana que fue necesario sustituirlas por las tan típicas como aburridas campanas navideñas. El creador del hada no debería olvidar que, por un menor motivo, allí se acabó encerrando a Juana de Castilla, durante unos 46 años.

Otras lugares hubo (Murcia), en los que las protestas también vinieron desde el porno: viendo penes, una buena parte de sus habitantes, donde probablemente sólo debieron ver adornos luminosos.

Otras iluminaciones resultaron ser muy malas, malas de solemnidad, aunque no de vicio: como esta que lucieron en Calanda (Teruel), que bien parece venir de la pluma de un médico, felicitándonos las fiestas.

Y ¿Cómo no?, también debemos contar con los fakes, como la imagen de estas palmeras de luces, un tanto fálicas, y que, al parecer, tan sólo fueron un montaje...



domingo, 24 de diciembre de 2023

Santa Claus - El síndrome


El síndrome de Santa Claus es un término coloquial, no reconocido (al menos no aún) por la comunidad científica internacional, que se utiliza para describir el estrés, tanto físico como emocional, que determinadas personas sienten durante la temporada navideña:
-. las reuniones familiares, que no siempre resultan agradables, de las que literatura y las crónicas siempre destacaron, por su particular intensidad, a las que convocan a suegros o cuñados;  
-. el trabajo que nos rebosa;  
-. las compras de última hora;  
-. las colas; 
-. la perentoria obligación de ser felices;  
-. el recuerdo de los ausentes; 
-. y una larga lista de sentimientos y por-haceres que caracterizan a tan señaladas fechas.

Sus síntomas no difieren mucho de los que le conocemos al estrés en general, destacando algunos como la ansiedad, la tristeza, los dolores de cabeza, dolores corporales, y los problemas para dormir o la irritabilidad.

A continuación, unos consejos para aliviar este síndrome,  propio de la temporada navideña: 1.- Planifica con anticipación: crea un plan de acción.  Detalla una lista de todas las cosas que necesitas hacer y prioriza a las que sean más importantes. 
2.- Mantén una dieta equilibrada y saludable, sobre todo durante las "comilonas" de fin de año. 
3.- Haz ejercicio con regularidad: esto puede ayudarte a reducir el estrés y la ansiedad. 
4.- Busca apoyo: habla con amigos y familiares, cuéntales cómo te sientes. Si estás abrumado, considera buscar ayuda profesional. 

Espero que estos consejos te ayuden a sobrevivir al estrés de la temporada navideña... ¡Felices fiestas!  

 


miércoles, 20 de diciembre de 2023

Síndrome del árbol de Navidad

 

Debemos a la princesa rusa Sofía Troubetzkoy (siglo XIX) la introducción de la tradición del árbol de Navidad en nuestro país, habiendo llegado a ser, esta costumbre de origen nórdico y hoy por hoy, una de nuestras costumbres más consolidadas. Le debemos a esta mujer, esposa del duque de Sesto, el haber colocado el primero de España, en las navidades de 1870.

Dicho esto, y ocupándonos de la temática que ocupa a este blog, el de los aspectos relacionados con el mundo de la medicina, hoy hablaremos del Síndrome del Árbol de Navidad...

¿En qué consiste? Imaginen a un individuo hipersensible que un día, acercándose las postreras festividades del año, decide colocar un abeto en un rincón de su salón, adornándolo con todo tipo de bolas, luces y guirnaldas... Imaginen también, que como consecuencia de ese toque de ecologismo que caracteriza a nuestras actuales tendencias, opta por adquirir un árbol natural, criado en el campo, con la intención de tenerlo en su casa varias semanas, para replantarlo después...

.

Pues bien, él no sabe que junto con el árbol, acaba de abrir la puerta de su casa a no pocos pólenes, esporas, mohos, etc., que, por facilitarlo el calor de su hogar, se verán potenciados en su crecimiento, desarrollo y consecuencias:
-. problemas respiratorios como la congestión nasal.
-. tos, estornudos, dolor de garganta.
-. picor de ojos, alergias cutáneas.
-. broncoespasmos y demás manifestaciones asmáticas de consideración.
-. etc...

Con una menor frecuencia y entidad, los árboles artificiales también podrían originar algún que otro problema, dado el polvo que de un año a otro podrían acumular, por lo que es clave el limpiarlos antes de reutilizarlos.

Aunque no todo es negativo: el montar el árbol también tiene su lado bueno, al fomentar el espíritu navideño que, admitámoslo, siempre será bienvenido...



domingo, 17 de diciembre de 2023

Amarilleando

 

A todo observador le resultará sencillo concluir, tras la observación de unos cuadros de Van Gogh, el indudable protagonismo del color amarillo, presente en la gran mayoría de sus lienzos, sean estos retratos, paisajes o se refieran a otras temáticas. 

El paso del tiempo, de por sí y en parte, podría explicar el empacho de amarillo de sus óleos, y es que al envejecer, el barniz amarillea y los pigmentos se degradan. 

Pero encontramos la auténtica causa en una medicina, concretamente la digitalis purpúrea, un medicamento con el que antaño se combatían las crisis depresivas y maníacas, y del que resultaba fácil intoxicarse, dado su escaso margen terapéutico. 

Uno de los efectos secundarios de la digitalis era la xantopsia, una alteración de la percepción de los colores, por la que los pacientes tendían a verlo todo de una cierta entonación amarillenta: con lo que Van Gogh se limitaba a pintar las cosas tal y como las veía. 

Alteraciones parecidas se producen también por el consumo de otros fármacos, como la Viagra de nuestros días, que puede rodear con un halo azul las imágenes de quien la toma.  Y, sin salirnos del mundo de la pintura, recordaremos los cuadros que delatan la patología de otro pintor: el astigmatismo que padecía El Greco y por el que pintaba, a todos los protagonistas de sus cuadros, alargados y delgados.



viernes, 1 de diciembre de 2023

Gila

 


Aunque a priori no pueda parecerlo, en el terreno de los medicamentos hay también modas…

En estos momentos cabe decir, a juzgar por lo poco que duran sus existencias en las farmacias, que en lo más alto del candelero estarían los análogos de la GLP1, o de las incretinas (incretinomiméticos).

Originariamente pensados para el tratamiento de la Diabetes Mellitus, lo cierto es que se están usando en una muy superior medida en la lucha contra la obesidad, por su capacidad para reducir el apetito y el peso.

Por ahora, ya que su investigación se encuentra en plena efervescencia, los principales análogos de la GLP1 serían:

Exenatida (Byetta, Bydureón)

Liraglutida (Victoza, Saxenda)

Lixisenatida (Adlyxin)

Dulaglutida (Trulicity)

Semaglutida (Ozempic)

Casi todos ellos constituyen tratamientos inyectables, aunque recientemente, la Semaglutida fue la primera en proclamarse como excepción a esta regla, al lanzar también una presentación oral (Rybelsus).

Se trata de un grupo cuyos excelentes resultados impresionan, como también impresiona su origen: el veneno de la mordedura del Monstruo de Gila, un reptil endémico de los desiertos del sur de los Estados Unidos.

En este sentido, ya que tocamos el tema, cabe añadir que el primer medicamento extraído de un veneno, también el de este monstruo, fue el Captopril (Capoten), que en medicina usamos ampliamente, para bajar la tensión arterial.

No dudo que compartirán Uds. conmigo la idea de pensar que, aún llamándose igual que él, el bichejo no resulta, ni de lejos, tan gracioso como lo era nuestro gran cómico, con su teléfono.



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