jueves, 28 de septiembre de 2023

Más cornadas da el hambre...

 


"Más cornás da el hambre"
Manuel García, alias "El Espartero"


Es cierto que esta sentencia de El Espartero no tiene mayor cabida, en nuestros tiempos, más allá del grupo de las que integran un anecdotario. 

El problema no es que en nuestro país sigan haciéndose capeas, encierros y demás actividades tradicionalmente relacionadas con los toros; el auténtico problema es que siempre, en cada pueblo o ciudad, están demasiado íntimamente relacionadas con "las fiestas", sobre todo con el consumo de alcohol. 

El Espartero encontró la muerte entre las astas de "El Perdigón", en la plaza de toros de Madrid, un día del mes de mayo de 1894; Aunque alejadas de este escenario de notoriedad no debemos olvidar que son muchas, son siempre demasiadas, las cornás y demás accidentes, cuando no las muertes, que se producen en el anonimato de cada fiesta rural.



sábado, 23 de septiembre de 2023

Relojes del futuro

 

Desde el advenimiento de los primeros smartwash, en los que se aunaban las funciones de una pulsera de actividad con las que le son propias a los teléfonos móviles, no dejaron de evolucionar tecnológica y estéticamente, incorporando nuevas posibilidades hasta el punto de resultar, hoy por hoy, claramente sorprendentes. 

En estos días ya se comercializan algunos capaces de: 
-. darnos la hora, desde una muy amplia variedad de formatos y diseños del escritorio 
-. gestionar nuestra actividad deportiva 
-. también nuestro sueño 
-. medir la frecuencia cardiaca 
-. la tensión arterial 
-. la temperatura 
-. medir la saturación de oxígeno en sangre (pulsioximetría) 
-. realizar un ElectroCardioGrama 
-. más recientemente también anuncian la monitorización de la glucemia (azúcar en sangre). 
-. algunos incluso anuncian intenciones terapéuticas, mediante láser. 
-. buscar el teléfono móvil, caso de no encontrarlo 
-. y todo esto: sin dejar de integrar algunas de las funciones propias de los "celulares": llamadas, mensajería, radio, música, correo, predicción del tiempo... 

Es mucho más que probable que estos instrumentos resulten aún mejorables hoy, pero de lo que no cabe duda es de que nos espera un futuro de cuidados desde estos relojes saludables y de que, acercándose a lo que en su día supuso el advenimiento de los móviles, aspirarán a ser el descubrimiento más revolucionario de este siglo. 

 


viernes, 22 de septiembre de 2023

Botón aórtico derecho

Ejemplo de botón aórtico derecho

Tradicionalmente, los botones de las camisas y vestidos de las mujeres se situaron siempre al lado izquierdo de su ropa, mientras que los de los hombres estuvieron en el lado derecho. 

No se conoce el motivo real, aunque existen numerosas teorías que pretenden explicar esta curiosa diferencia, que persiste, hoy, a pesar de que la ropa sea, en su creciente androginia, cada día más común a ambos géneros. 

Es absolutamente normal que un hombre tenga los botones a la derecha y los ojales a la izquierda, puesto que una gran mayoría de ellos son diestros. Aunque no es menos cierto que entre las mujeres, el número de zurdas no supera al de los hombres. 

La razón generalmente más aceptada de esta disparidad se remonta a los días en que las mujeres, aquellas que poseían más ropas y que, por ello, dictaban las tendencias y los principios por los que se regían los sastres, eran vestidas por sus sirvientes.

En medicina también existen botones, como el botón aórtico: el círculo que generalmente vemos, sobre el lado izquierdo del corazón, que nos marca el lugar en el que la aorta, la arteria de mayor calibre del organismo, emprende su descenso hasta el abdomen. 

Como ya dijimos, el botón aórtico se sitúa a la izquierda, siendo así tanto en hombres como mujeres, aunque con excepciones como la que hoy os muestro en el encabezado del capítulo: un ejemplo de “botón aórtico derecho”. 

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Ejemplo de botón aórtico izquierdo (lo habitual)



domingo, 17 de septiembre de 2023

Curar a veces

 

"Curar a veces, aliviar a menudo,
consolar siempre" 
De Autor Desconocido 

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Se trata de un antiguo aforismo que intenta recordar las reglas que deben regir la actuación de un sanitario (sea médico o enfermera), en el abordaje de la enfermedad.  

De autor hoy desconocido por lo que se le acabó atribuyendo a no pocos afamados galenos, como Hipócrates, Paré, Bernard, Pasteur, Osler, etc... 

Esta máxima sigue hoy vigente, por lo que el médico, frente a su enfermo, debe seguir considerando adónde se encuentran sus límites, así como los de su ciencia, estableciendo estos tres escalones en sus objetivos, a pesar del desarrollo tecnológico que rodea a la ciencia de nuestros días. 

De alguna manera la cita viene también a recordarnos que no todo habrán de ser pruebas diagnósticas, tratamientos farmacológicos o quirúrgicos: la medicina tiene también sus ingredientes de ayuda, apoyo y consuelo. De un médico no debería esperarse únicamente el saber científico, en su corazón ha de alojarse también la humanidad, del mismo modo que figurar, entre sus propósitos, la misión de acompañar.



viernes, 15 de septiembre de 2023

Conflicto con el 2

 


Existe una relación estrecha entre las enfermedades y los números: se tiene fiebre, diabetes, hipertensión, hipercolesterolemia y demás, con arreglo a unas cifras. Algo parecido ocurre con las mediciones: el enanismo o el gigantismo, el diámetro biparietal, la dilatación cervical o el tiempo que media entre dos contracciones, durante el parto, también se miden en cifras... En fin, y por no extenderme más, lo que pretendo decirles es que en medicina todo son números...
Lo que afligía a la paciente que ayer tarde vino a verme tenía mucho que ver con ellos, ¡y de qué manera!. Siendo una niña adquirió dos barritas de regaliz en la tienda de chucherías. Mientras las saboreaba, una tan absurda como perturbadora premonición asaltó sus pensamientos: le dio por imaginar que, si se comía las dos barritas, su abuela, que en aquél momento se encontraba hospitalizada, acabaría falleciendo. Por tal motivo se deshizo rápidamente del segundo regaliz, arrojándolo muy lejos. Al poco de suceder esto su abuela se recuperó, obteniendo el alta médica y regresando a casa.
Desde entonces y a lo largo de los años, el conflicto de nuestra paciente con los números fue incrementándose, hasta constituir un problema de tales dimensiones, que le impediría llevar una vida mínimamente normal: cada vez que asoma el dos se le antepone un freno, una incapacidad que le impide seguir adelante. Nada puede repetir, nada hacer dos veces, nada sin invadirle la angustia de pensar que alguno de sus seres queridos, o que ella misma, podría resultar gravemente perjudicado: desde pasar dos veces por la misma calle, repetir un plato que le gustó u otros muchos, cuantos ejemplos y escenarios alcancen ustedes a imaginar.

NOTA DE UN LECTOR

En Miranda do Douro (Portugal), sobre las rocas del acantilado que bordea al río Duero, los líquenes han dibujado un dos. 

Cuenta la leyenda que si no lo logras ver, es porque tu pareja te es infiel.



miércoles, 13 de septiembre de 2023

¡Ahí no hay nadie!

 


La capacidad de hacer bromas con las llamadas no se limita a los usuarios...

Lo que a continuación os refiero sucedió mientras el último paciente al que atendí, salía de mi consulta, momento que aproveché para llamar al siguiente, en este caso a la siguiente... 

-. ¡Ainhoa! -. No hay nadie, Doctor -dijo el saliente 

-. ¿Aí-no-hay nadie? -repliqué 

-. Jejeje... ¡Muy bueno, Doctor!



Inapetencia

 


Hay preguntas que te desconciertan, sobre todo cuando inician la consulta: 

-. Quería preguntarle, Doctor... ¿Pasa algo si una mujer no tiene relaciones sexuales? 

-. Pues... Estoooo... ¡No!... En términos generales, más allá de perderse algún rato de diversión, no creo que le ocurra nada más... 

-. Es que llevo tres años sin ellas, porque no me apetecen. No me faltan pretendientes, ¿sabe Ud.?, pero con solo pensarlo, los desestimo siempre... Y es que tuve tan malas experiencias, llegando incluso a los malos tratos, por lo que con solo pensarlo, me bloqueo totalmente... 



martes, 12 de septiembre de 2023

El otro báculo

 


Es curioso lo poco conocido que resulta este hueso. Cuando oímos hablar del báculo, casi todos pensamos en el bastón que acompaña al caminar de un obispo, o el del abad de alguna congregación, un signo externo que le confiere la autoridad y el título de “pastor de almas”. 

En el caso en que hablemos del papa el instrumento recibe el nombre de “férula papal”, diferenciándose del báculo por la finalización de su extremo superior, que en este caso no acaba curvado, sino en una cruz. 

Pero el báculo, desde la ciencia, se refiere al hueso que, sin estar articulado al resto del esqueleto, se encuentra en el pene de la mayoría de los mamíferos, incluyendo especies tan domésticas como el gato, el perro, o tan cercanas como los primates. Este hueso les permitiría la penetración, aún en ausencia de erección. 

Se entiende que aquellas especies que, como ocurre con los hombres, ya no tienen báculo, deberían la carencia a su pérdida, acaecida durante su evolución. 

El tamaño del báculo varía en función de la especie que consideremos, alcanzando a medir desde 1 mm hasta medio metro. Siendo pues directamente proporcional al tamaño del animal, aunque también a la duración del contacto sexual. 



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