África ha sido la cuna del SIDA, también el continente en el
que esta enfermedad más golpeó a base de estigmatización y muertes. Por eso la
historia de Wistone Zulú, el primer africano que reconoció públicamente ser
seropositivo, debe ser conocida y recordada.
Un día se presentó en el programa 'Buenos días Zambia' que
emitía la televisión nacional y, en el momento en que le enfocó la cámara, confesó ser enfermo de SIDA. Fue en 1990 y desde entonces iría, puerta a puerta
y congreso tras congreso, defendiendo los derechos de los pacientes con VIH.
Así, su activismo lo convirtió en la cara más conocida del sida en el
continente africano.
Dos de sus hermanos ya habían fallecido de tuberculosis, enfermedad que suele derivarse de la inmunodeficiencia que supone el SIDA, por
lo que pensar en ellos le dio la fuerza necesaria para dar un paso al frente.
Reclamaba un mayor acceso al tratamiento antirretroviral pero también al de la tuberculosis. Combatía la homofobia y defendía el derecho
de los seropositivos a ser padres, algo que él llevó a cabo (tuvo cuatro hijos
sanos, gracias a que su mujer se medicó durante el embarazo y no amamantó después a sus
bebés)…
Para aumentar la conciencia sobre esta enfermedad, y entre
otras, fundó la organización 'Positive and Living Squad' (PALS),
aunque esta trayectoria se tornaría entrecortada cuando, durante la conferencia
de Ginebra sobre el SIDA (1998), Wistone cambió de opinión respecto a su
enfermedad, al conocer a un grupo de los llamados "disidentes del
sida", que pregonaban que el VIH no existía y que sólo fue un
invento de las farmacéuticas. El activista se dejó seducir por ellos y abandonó
sus cargos en todas las organizaciones de las que formaba parte.
Y, lo
que es peor, dejó de tomar los antirretrovirales. Estuvo así casi dos años, hasta
que cayó muy enfermo y volvió a su tratamiento y a sus ideas anteriores, consciente de que había
cometido un error.
"Fue un luchador incansable por los derechos y la
dignidad de los seropositivos. Gracias a él hoy 400.000 zambianos reciben
antirretrovirales gratis. Su ejemplo dio la vuelta al mundo". Con
estas palabras le despidió el presidente de Zambia, Michael Sala, en 2011. Wistone lo hizo con su sonrisa, siempre
dispuesta pese a las dificultades.
Sería también elogiado por figuras
como Nelson Mandela, y su trayectoria publicada en la prestigiosa revista The
Lancet.
Ese mismo año, a la entrada del Museo Nacional de Zambia (Lusaka), se
inauguró una estatua en su honor llamada Anti Retroviral Man, hecha
con camas en las que murieron pacientes de SIDA (ver fotografía).