domingo, 17 de abril de 2011

Homunculos

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Este tumor de Koenen, esto es: un fibroma de tamaño variable y localización periungueal -preferentemente en los dedos de los pies- vuelve a recordarnos que el ser humano es un homúnculo de destinos y potenciales.

No deja de constituir un espectáculo maravilloso el observar que el fibroma periungueal de la foto, que pude ver en consulta hace unos días, desarrollase, cual si de un sexto dedo se tratase y en un alarde de conciencia de su destino, una uña en su extremo más distal.

Apasionante mundo, de apasionantes manifestaciones, algunas... hasta en los dedos de los pies...



sábado, 16 de abril de 2011

La famosa receta

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Vía mail y a lo largo de los últimos años he recibido varias veces la receta que antepongo a éstas líneas. Suele llegar bajo títulos más o menos impactantes como el de: "¡Por fin una receta médica clara!", cuando no envuelta en comentarios que rozan lo soez...

A priori dudo de la autenticidad de éste documento y prefiero pensar que constituye un "hoax", esto es: una noticia falsa (bulo) que circula por internet. Aunque la cantidad de recetas que hacemos al día o la de ideas que hemos de procesar en cortísimos espacios de tiempo bien podrían justificar su veracidad, a través del error.

Inmerso en tales reflexiones me ha dado por comprobar los datos que esgrime, y vive Dios que ambas cosas, Centro médico y Doctora, son reales... 

Al fin y al cabo, el matiz de que fueran protagonistas de una anécdotas o victimas de una broma no me parece tan importante...

En cualquier caso la prescripción vendría a colmar un anhelo largamente reivindicado por muchos.



miércoles, 13 de abril de 2011

12 de abril...

El 12 de abril, esta semana, se ha celebrado el día de la Atención Primaria.

Un residente de Medicina de Familia de 4º año escribió éstos párrafos, a los que nos hemos adherido muchos de los médicos que escribimos un mediblog...




¡Llame a la puerta!
Ya no saldremos a llamar periódicamente
Si usted tuvo un problema de salud por el que tuvo que pedir cita con su médico de cabecera y sintió que esperó muchos días para ser visto, esperó mucho tiempo en la sala de espera, cuando pasó a la consulta no se le dejó hablar lo suficiente para contar su problema, se le exploró por encima, se le despachó rápido, se le pidió una analítica o una prueba que tardaron mucho en hacerle o una cita con el especialista que no llegaba nunca... debe usted leer estas líneas que van a continuación.

Aunque la gente no se dé cuenta, cuando dice que “la medicina es una profesión vocacional”, se refiere al médico de cabecera, que es la base del sistema sanitario. Uno no nace con vocación de ver radiografías o de ocuparse de un riñón.

Ahora el médico de familia estudia la carrera de Medicina, supera el examen MIR y cuatro años más de especialidad. Es un profesional polivalente, accesible, especialista en las enfermedades frecuentes, altamente cualificado para tomar decisiones difíciles en casos difíciles, sabedores de los límites de su conocimiento en algunas áreas y un profesional sobre todo, humano y cercano a sus pacientes. El médico de cabecera les conoce bien y eso le permite tomar decisiones mucho más adecuadas al caso que si no fuera así. A todo el mundo le gusta cuando va al médico que sea siempre el mismo porque es el que le conoce.

Pues bien, se da la circunstancia de que los que mandan y que saben poco de médicos de familia, de Centros de Salud y de la sanidad pública porque no la usan, están destruyendo este sistema que tan bien valorado está por la gente.

Si la cosa continúa a este ritmo pronto los médicos de cabecera desaparecerán tal cual o su figura quedará reducida a algo simbólico.

¿Saben ustedes por qué dicen que hacen falta médicos en España? Médicos hay, si no los hubiera, dejarían a más gente estudiar la carrera y listo. El problema es que hay mucha gente que quiere estudiar Medicina, pero nadie quiere ser médico de cabecera. No hay más que echar una ojeada estos días a las elecciones de los licenciados que escogen una especialidad después de haber hecho el examen MIR.

¿Por qué? Las Consejerías de Salud de todas las Comunidades Autónomas, con independencia de su signo político, maltratan de sobremanera a sus médicos de cabecera.

Les dan 5 minutos por paciente (en lo que el paciente entra, se le saluda, se la da la mano, se sienta y cuenta lo que le pasa, ya se han ido 4; y todavía queda explorarle, decidir el diagnóstico, poner el tratamiento, darle las recetas, a lo mejor la baja, a lo mejor pedirle alguna prueba, revisar sus problemas pasados, revisar la medicación que toma...), unas listas de hasta 50 y 60 pacientes diarios, les tienen sometidos a múltiples tareas burocráticas, tienen que realizar las visitas a domicilio y las urgencias que se presenten...

Así es imposible atender bien a tu gente, así es fácil que se te pase algo gordo, que le pase algo a algún paciente por no disponer de las condiciones adecuadas para trabajar. Cuando las cosas pasan, llegan los lamentos. No sólo es que un día ocurra una desgracia en este sentido, sino que los médicos de familia quieren dar una atención de calidad, en las condiciones que se merece la población que paga con sus impuestos.

Los médicos más mayores cuentan que siempre se han sentido identificados con su trabajo, pero que ahora hay una distancia insalvable entre ellos y sus jefes, que no son sensibles a las propuestas de mejora y que parecen vivir en otro planeta.

La situación de los médicos de cabecera jóvenes es aún más preocupante. Obligados durante los primeros diez años de ejercicio profesional a ir de acá para allá. Contratos de días en distintos centros de salud, algunos de semanas en los que procuran cogerte hasta el viernes para no pagarte el fin de semana. Inestabilidad, precariedad. La mayor parte de ellos optan por dejarlo y volverse a presentar al MIR para hacer otra especialidad, o se van a trabajar a las urgencias de los hospitales, o a otro tipo de unidades, como las de atención domiciliaria o de emergencia, o al extranjero...

Ésa es la verdadera razón por la que no hay médicos en España.

La medicina de familia se resquebraja, señores.

El día 12 de Abril es el Día Mundial de la Atención Primaria y los mandamases de turno del gremio se harán la foto con los políticos de turno, pero la realidad no se construye de arriba a abajo, sino de abajo a arriba.

Los profesionales están motivados, quieren cambiar las cosas por ustedes, porque les importan, como en el eslogan, las personas. Pero se ve que solos no pueden. La Administración en forma de Consejería de Comunidad Autónoma o de Ministerio de Sanidad no es sensible, nunca lo fue, a sus peticiones.

Por eso necesitan su ayuda. Esta vez los médicos les piden ayuda a ustedes, para llamar la atención de los que mandan.

Roberto Sánchez Sánchez.
Médico residente de cuarto año de Medicina Familiar y Comunitaria.
Centro de Salud Prosperidad.
Madrid



domingo, 10 de abril de 2011

Las Mariposas del Alma



En la segunda mitad del siglo XIX nacía Santiago Ramón y Cajal, el médico que hasta hoy ha perfilado, y que probablemente seguirá constituyendo durante muchos años, el simbólico techo de nuestros logros científicos.

D. Santiago no quería ser médico, por suerte su vocación le orientó inicialmente hacia la pintura. Aunque la autoridad paterna se empeñó en "reconducir" la tendencia académica, nada pudo hacer con la inclinación o las preferencias de su hijo: por eso Ramón y Cajal fue durante toda su vida un "pintor de neuronas", o de "Mariposas del Alma" tal y como él, tan poética como acertadamente, solía llamarlas. 

A lo largo y ancho de los años, de muchos años, estudió la forma... primero de teñirlas para verlas, después dibujarlas y más tarde asimilarlas y entenderlas...

Por tal labor D. Santiago fue reconocido con dos de los más altos galardones con los que se puede llegar a elogiar la labor de un científico: la medalla Helmohltz (1.905) y el Nobel de Medicina y Fisiología que compartió con el italiano Camilo Golgi en 1.906.



sábado, 9 de abril de 2011

La rozadura

La paciente era de las que hace mucho tiempo abandonaron el grupo de los habituales, para pasar al de los que parecen considerar el Centro de Salud como una extensión de su casa: visitas demasiado reiteradas, las más de las veces innecesarias, y una excesiva demanda de recetas sobre la que nos vemos obligados a ejercer un tan exhaustivo como permanente control.... 

Por lo demás, suelen ser éstos unos pacientes anárquicos, sobre los que no puedes dejar de interrogarte acerca de la frecuencia de sus consultas, habida cuenta de que acaban haciendo siempre lo que les viene en gana, desoyendo indicaciones y consejos...

-. Buenas tardes, ¿Qué puedo hacer hoy por Ud.?
-. Es que me he puesto unos zapatos que me hacen daño, y tengo una rozadura en el pie.
-. Enséñemelo.
-. ¡Qué fastidio! ¡Tener que quitarme ahora los pantys!

Tras comprobar lo anodino de la lesión:
-. ... ¿Ud. no puede ponerse una tirita y cambiarse los zapatos por unos que no le hagan daño? ¿Necesita venir al médico para que le diga esto?... 
El conocimiento previo de la paciente me lleva a pensar que no es precisamente alguien con quien se pueda razonar, por lo que acabo prescribiendo una crema para su rozadura...

Al día siguiente, vuelvo a verla sentada en la sala de espera. La ironía fue, que no fui yo, quien le dijo mientras entraba en consulta:
-. ¡Cuánto tiempo!

En la tarde del día anterior, y poco tiempo después de haber hablado conmigo, había ido con su rozadura al Servicio de Urgencias, dónde le habían prescrito otra crema y cuya receta oficial la paciente venía a pedirme hoy...
-. Verá... Se lo digo muy respetuosamente: por qué no cambia Ud. de médico?
-. ¿Pero... Por qué me dice esto?
-. Porque siento que no tengo la paciencia suficiente para ver como, reiteradamente, abusa Ud. del sistema y me falta al respeto. 
-. ...
-. ¡Ah! y la Crema que le prescribieron ayer, en Urgencias... ¡No la reembolsa la Seguridad Social!. 



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