No es fácil promocionar con éxito un producto fuera del ámbito de la Seguridad Social. Aún lo es menos en un país como el nuestro donde su cobertura roza la universalidad y en el que, por ende, los sueldos son cada vez más bajos.
Los productos cuya estrategia de Marketing pretenda valerse únicamente de publicidad, sin el espaldarazo que supone el descuento de la receta -verde o roja- lo tienen a priori muy difícil.
Habrían de contar con algunas de estas ayudas, cuando no de todas:
1.- Espacios en los medios de comunicación de masas (televisiones, radios, prensa y revistas...), que no son baratos, aunque sí necesarios a la hora de dirigir la adecuada demanda del consumidor.
2.- El apoyo de líderes de opinión o de famosos del mundo de la farándula, quienes contribuirían no solo a generar, también a acelerar una necesaria corriente favorable de opinión.
3.- La predisposición de los canales de distribución -las oficinas de farmacias- cuyos intentos de redirigir la demanda recomendando otras marcas serán inversamente proporcionales al beneficio que se les dispense, bajo la forma de ofertas, bonificaciones o de descuentos.
4.- Por supuesto, no diré que necesitarán el apoyo, aunque sí la aquiescencia del profesional de la Medicina, muy preferiblemente del de la Especialidad implicada.
5.- Y, por supuesto; de un generoso mercado propicio y de una patología frecuente que justifique, reportando beneficios, cuantos gastos se hubieran originado en la promoción.
La estrategia promocional que nos muestra la foto no es frecuente...
Excelente post! Se ve que sabe usted mucho sobre marketing farmacéutico!
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