jueves, 6 de enero de 2011

Juramento Hipocrático

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Hipócrates es considerado como "Padre de la Medicina". Nace en la isla de Cos, junto al mar Egeo, en el seno de una familia de médicos y sacerdotes. Tras numerosos viajes por Oriente Medio recopila los saberes médicos de la época en sus tratados, que constituyen el "Cuerpo Hipocrático" cuyas descripciones aún sorprenden hoy por su rigor, metodología y exactitud.

De vuelta en Cos se dedica a la enseñanza de la Medicina tal y como él la concebía: un saber sin barreras, mezcla de arte y filosofía. El Juramento, que comprometía a sus alumnos, ha llegado hasta nuestros días con alguna adaptación y tras la lógica remodelación. Sigue constituyendo, en determinadas Universidades, el símbolo del acceso al ejercicio de esta profesión.

El filósofo Émile M. P. Littré, refiriéndose al Juramento de Hipócrates, comentaba. "La medicina es una de las profesiones más difíciles que puede ejercer el hombre; responsabilidad grave, poder reducido, oscuridad en muchos casos, fugacidad de las ocasiones e imposibilidad de deshacer lo hecho. Ciertamente no se puede entretener el tiempo con la peligrosa serpiente de Epidauro. Únanse a esto los riesgos y penalidades, que llevan consigo el estudio y la práctica; el continuo trato con el dolor y la muerte; la cultura científica que robustece y ensancha el espíritu, y los sentimientos de humanidad que presiden el ejercicio de una profesión esencialmente benéfica; y no se admirará que tan grave ministerio haya inspirado desde la más remota antigüedad un escrito de carácter tan sublime como el juramento dicho de Hipócrates."
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JURAMENTO HIPOCRÁTICO
Traducción adaptada del original

"Juro por Apolo Médico, por Esculapio, Higea y Panacea, y por todos los Dioses y Diosas, a quienes pongo por testigos de que cumpliré, lisa y llanamente, con todas mis fuerzas e inteligencia el siguiente juramento y obligación escrita: 

Tendré a mi maestro de medicina en el mismo lugar que a mis padres, partiré con él mis haberes y, si necesario fuere, yo proveeré a sus necesidades, a sus hijos los tendré como a mis hermanos, y si ellos quisieren aprender el arte de curar se lo enseñaré sin paga de ningún género y sin obligación escrita: instruiré con preceptos, con lecciones orales y con los demás medios de enseñanza a mis hijos, a los de mi maestro y a los demás discípulos que se me unan por convenio y juramento, conforme esta determinado en la ley médica, y a nadie más.

Estableceré el régimen de los enfermos de la manera que les sea más provechoso, según mis facultades y mi entender, absteniéndome de cometer todo mal y toda injusticia. A nadie daré veneno, y si alguno me propone semejante cosa, no tomaré en consideración la iniciativa de una tal sugestión. Igualmente me abstendré de aplicar a las mujeres pesarios abortivos. Pasaré mi vida y ejerceré mi profesión con inocencia y pureza. No haré la operación de la talla, sino que dejaré esta obra a los maestros que de ella se ocupan. 

En cualquiera casa que yo entre lo haré para utilidad de los enfermos, absteniéndome de toda falta voluntaria y de toda acción injuriosa o corrupta, y, sobre todo, de la seducción de las mujeres y de los jóvenes, ya sean libres ya esclavos. Cualquiera cosa que yo vea, oiga ó entienda en la sociedad, sea en el ejercicio de mi profesión o fuera de él, y que sea conveniente que no se divulgue, la guardaré en secreto con el mayor cuidado, considerando el ser discreto como un deber en semejantes casos. 

Si observo con fidelidad mi juramento, séame concedido gozar felizmente de mi vida y de mi profesión, honrado siempre entre los hombres; y si lo quebranto y soy perjuro, que caiga sobre mi la suerte contraria".


JURAMENTO HIPOCRÁTICO
Fórmula actualizada
(Universidad de Navarra)

YO JURO en la presencia del Todopoderoso y delante de mi familia, mis maestros y mis colegas que, según mi capacidad y mi juicio, guardaré este Juramento y cada una de sus Cláusulas:

TENDRE a todos los que me han enseñado este arte el mismo afecto que a mis padres, y con su mismo espíritu y entrega impartiré a otros el conocimiento del arte médico. Con diligencia seguiré al día los avances de la Medicina. Sin discriminación y en la medida en que ello no ponga en peligro la atención que debo a mis otros pacientes, trataré a todos los que soliciten mis servicios y buscaré, cuando así lo requiera el beneficio de mi paciente, el consejo de colegas más competentes.

SEGUIRE el método de tratamiento que, según mi capacidad y juicio, me parezca mejor para beneficio de mi paciente, y me abstendré de toda acción dañosa o malintencionada. Nunca prescribiré ni administraré a ningún paciente, aun cuando me lo pidiere, una medicina en dosis letal, y nunca aconsejaré cosa semejante; ni haré nada, por acción u omisión, con el propósito directo y deliberado de acabar con una vida humana. Tendré el máximo respeto a toda vida humana desde el momento de la fecundación hasta el de la muerte natural, y rechazaré el aborto que destruye intencionadamente una vida humana única e irrepetible.

CON PUREZA, SANTIDAD Y BENEFICENCIA dirigiré mi vida y practicaré mi arte. A no ser que sea necesario para la prudente corrección de un peligro inminente, nunca trataré a mis pacientes ni haré ninguna investigación sobre ningún ser humano sin el válido consentimiento informado del sujeto o de su protector legal pertinente, con tal que la investigación tenga por finalidad la mejora de la salud de ese individuo. A cualquier lugar al que vaya a atender a los pacientes, iré para beneficio de ellos, me abstendré de toda acción voluntaria maliciosa o abusiva, y jamás seduciré a ningún paciente.

TODO LO QUE, CON OCASION de mi práctica profesional o sin relación con ella, pueda ver u oír de la vida de mis pacientes y que no deba ser divulgado, no lo diré a nadie, consciente de que de todo ello deberé guardar secreto.

MIENTRAS GUARDE inviolado este Juramento, que se me conceda disfrutar de vida, y practicar el arte y la ciencia de la Medicina con la bendición del Todopoderoso y el respeto de mis colegas y de la sociedad. Pero si quebrantara y violara este Juramento, que lo contrario sea mi destino.



2 comentarios:

  1. Que lindo post, es una pena saber que muchos médicos se olvidan por completo de la parte humana y sensible de su profesión. Quizás deberían releer su juramento cada cierto tiempo :)

    Me quedo por aquí. Soy futura nutricionista, Argentina. Y me encantan los blogs médicos!!

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